La boxeadora Marcelat Sakobi, de la República Democrática del Congo, llamó la atención del mundo con un gesto impactante tras su derrota en las Olimpiadas de París 2024. Con la mano frente a la boca y dos dedos apuntando a la cabeza, simbolizando una pistola, Sakobi denunció la violencia que asola su país natal.
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Un pedido de ayuda
Clasificada en la categoría hasta 57 kg, Sakobi fue derrotada por la uzbeka Sitora Turdibekova por decisión dividida de los jueces. Sin embargo, el resultado de la pelea quedó en segundo plano debido al gesto de protesta y al pedido de ayuda que la atleta hizo a su país.
Contexto del conflicto
La actitud de Sakobi no fue un acto aislado. Ella se inspiró en el delantero Cédric Bakambu, también congoleño, quien había hecho el mismo gesto durante la Copa Africana de Naciones de este año. El objetivo es llamar la atención sobre los conflictos armados que ocurren en la región este de la República Democrática del Congo.
Esa área es escenario de constantes combates entre el gobierno congoleño y la milicia M23, liderada por la etnia tutsi. En el ataque más reciente, más de 270 personas perdieron la vida. La región comparte frontera con Ruanda, que ha sido acusado de proporcionar armas al grupo miliciano.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hasta el año pasado, 7 millones de personas estaban desplazadas, y más de 42 mil se sumaron a esta cifra en 2024. El gesto de Sakobi es un recordatorio del sufrimiento del pueblo congoleño y un llamado urgente por ayuda y paz.
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