Vox promociona a dirigente con pasado neonazi para liderar su sindicato Solidaridad
Delismar González Tortolero 
Archivo: el solidario dando voz a los que no la tienen
En una controvertida decisión, Vox ha propuesto a Jordi de la Fuente, exdirigente del Movimiento Social Republicano (MSR) vinculado a movimientos neonazis, como nuevo líder de su sindicato Solidaridad. Esta elección ha generado preocupación debido al historial de De la Fuente y sus conexiones con ideologías extremistas.
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Un pasado marcado por el extremismo
Jordi de la Fuente, conocido por su militancia en organizaciones de extrema derecha, fue miembro destacado del MSR, partido de corte neonazi y antisemita. Su trayectoria incluye la participación en actos de violencia y la promoción de discursos de odio. Además, enfrenta un juicio pendiente por su implicación en el asalto a un centro de menores extranjeros no acompañados en El Masnou en 2019, donde la Fiscalía solicita una pena de dos años y dos meses de prisión.
La designación de De la Fuente se produce en un contexto donde Vox busca consolidar su influencia en el ámbito sindical a través de Solidaridad, organización que se presenta como alternativa a los sindicatos tradicionales. Sin embargo, la elección de un líder con antecedentes neonazis y prorrusos plantea serias dudas sobre la dirección y los valores que este sindicato promoverá.
Reacciones desde el progresismo
Diversas voces progresistas han manifestado su preocupación ante este nombramiento. Señalan que la promoción de individuos con antecedentes extremistas en posiciones de liderazgo sindical puede erosionar los principios democráticos y fomentar la normalización de ideologías de odio. Además, alertan sobre el riesgo de que Solidaridad se convierta en una plataforma para la difusión de mensajes xenófobos y anti democráticos.
La decisión de Vox de colocar a Jordi de la Fuente al frente de su sindicato Solidaridad refleja una preocupante tendencia hacia la legitimación de figuras con pasados extremistas en el panorama político y sindical español. Es fundamental que la sociedad civil y las instituciones democráticas permanezcan vigilantes y rechacen cualquier intento de normalizar discursos de odio y prácticas antidemocráticas. La promoción de líderes con antecedentes neonazis no solo amenaza la convivencia pacífica, sino que también socava los valores fundamentales de una sociedad plural y democrática.
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