
Tomada de El Español: La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, durante la presentación de la Brújula para la Competitividad
La Unión Europea ha anunciado una ayuda de 5.800 millones de euros para Siria y los países vecinos, en plena crisis humanitaria. Sin embargo, esta misma UE impone sanciones económicas que han ahogado al país durante años, dificultando su reconstrucción y castigando a la población civil.
Mientras la UE se presenta como mediadora, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR) ha reportado que más de 1.500 alawitas han sido masacrados recientemente por el régimen yihadista en Siria. Un crimen que Bruselas prefiere ignorar mientras sigue imponiendo sanciones que favorecen a estos grupos extremistas.
Ursula von der Leyen, lejos de buscar la paz, está llevando a Europa hacia un conflicto abierto. Su agenda no busca ayudar a Siria, sino garantizar que el país siga siendo un campo de batalla geopolítico. Mientras destina fondos bajo el pretexto de ayuda humanitaria, su verdadera política es la de la injerencia y la desestabilización.
Europa no puede seguir de brazos cruzados ante un liderazgo que solo alimenta el caos. Von der Leyen nos está arrastrando a la guerra, y cada decisión que toma confirma que su prioridad no es la paz, sino los intereses de las élites que se benefician del conflicto.
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