Entre 2015 y 2022, al menos 162 personas fallecieron en España en incidentes relacionados con la actuación policial o bajo custodia de agentes.
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Esta cifra, recogida por organizaciones de derechos humanos, refleja una preocupante realidad en la que el control policial no siempre garantiza la seguridad, y donde el derecho a la vida se ve comprometido en situaciones que deberían estar bajo protección de la ley.
Los informes muestran que, aunque la mayoría de las muertes se catalogan oficialmente como “naturales”, muchas ocurren en circunstancias que requieren mayor escrutinio.
Entre 2020 y 2022, se documentaron 27 decesos, resaltando un patrón que ha llevado a organizaciones como Irídia y otras defensoras de derechos humanos a exigir mayor transparencia y responsabilidad en las fuerzas del orden.
Muertes en custodia policial
Durante 2022, 15 personas murieron durante intervenciones policiales, de las cuales 9 involucraron a agentes de la Policía Nacional y 6 a la Guardia Civil. Estas muertes se distribuyeron geográficamente, con la mayor cantidad de casos en Andalucía y Valencia, un dato que algunos atribuyen a la falta de protocolos adecuados para enfrentar situaciones de tensión o salud en custodia.
Casos como el de un joven que perdió un ojo en una manifestación a causa de una bala de foam demuestran el nivel de violencia institucional y la impunidad que persiste en algunos de estos incidentes.
A pesar de los llamados a revisar los procedimientos y el uso de la fuerza, los avances son escasos, lo que deja a las víctimas y sus familias en un limbo de justicia.
El debate sobre el uso excesivo de la fuerza y la falta de formación adecuada para los agentes es crucial en la agenda pública. Sin protocolos efectivos y supervisión, las actuaciones policiales continúan siendo un riesgo, en lugar de una protección para los ciudadanos.
¿Hasta cuándo la vida humana seguirá siendo una cifra en los informes de mortalidad?
FUENTES: ElSaltoDiario.es