María Luisa Abarca Sánchez 
Imagen de nytimes.com : El Solidario. El borrador de la cumbre omite la cantidad de fondos destinados a combatir el cambio climático.
La Cumbre del Clima en Bakú ha generado controversia con la publicación de un borrador de acuerdo que omite la cantidad de dinero que los países ricos deben aportar para combatir el cambio climático. Este documento, de 10 páginas, ha sido criticado por no especificar las contribuciones financieras necesarias para ayudar a las naciones más pobres a enfrentar los efectos devastadores del cambio climático.
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El borrador no establece una cifra concreta sobre cuánto dinero se destinará a la financiación climática, dejando un vacío significativo en las negociaciones. Según el Instituto de Recursos Mundiales, los países en desarrollo necesitan al menos 1 billón de dólares anuales para finales de la década para adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático. Sin embargo, el texto actual solo menciona la necesidad de una «gran suma» sin detallar cifras específicas.
Reacciones y críticas
Organizaciones como Greenpeace han expresado su decepción, destacando que el borrador no incluye la eliminación de los combustibles fósiles, aunque sí contempla la posibilidad de gravar a las empresas de petróleo, gas y carbón. Pedro Zorrilla, delegado de Greenpeace en la COP29, afirmó que «estamos lejos de la línea de meta» y que se necesita un compromiso más firme por parte de los países desarrollados.
La falta de un compromiso financiero claro afecta gravemente a los países en desarrollo, que son los más vulnerables a los efectos del cambio climático. Estos países requieren fondos para implementar medidas de adaptación y mitigación, y la ausencia de un acuerdo financiero concreto pone en riesgo su capacidad para enfrentar esta crisis global.
La cumbre del clima en Bakú debe ser un punto de inflexión en la lucha contra el cambio climático. Es crucial que los países ricos asuman su responsabilidad y proporcionen los fondos necesarios para apoyar a las naciones más vulnerables. La comunidad internacional debe unirse para garantizar un futuro sostenible y equitativo para todos. La justicia climática es un derecho inalienable que debemos proteger y promover con urgencia.
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