El aplazamiento de la sentencia contra Donald Trump levanta sospechas sobre la imparcialidad judicial en plena campaña presidencial.
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El aplazamiento que pone en jaque la justicia electoral
La Justicia estadounidense ha aplazado la sentencia contra Donald Trump en el caso ‘Stormy Daniels’ hasta después de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. El juez Juan Merchan, del Tribunal Supremo de Nueva York, cedió ante la presión del equipo legal del expresidente y cambió la fecha de la sentencia al 26 de noviembre. Este retraso ocurre en un momento clave para la campaña presidencial, dejando en el aire si el proceso judicial está siendo manipulado para proteger la candidatura de Trump.
El expresidente, declarado culpable en mayo de falsificar registros comerciales para ocultar un pago de 130.000 dólares a la exactriz porno Stormy Daniels, ha conseguido una vez más eludir la justicia a tiempo para seguir adelante con su campaña presidencial. A pesar de la gravedad del caso, la sentencia ha sido pospuesta, generando dudas sobre si la justicia en Estados Unidos está siendo usada como herramienta política.
¿Se está protegiendo a Trump por motivos electorales?
El juez Merchan justificó el aplazamiento afirmando que la decisión busca “disipar cualquier idea que lleve a pensar que el tribunal buscaba ofrecer una ventaja o una desventaja a alguno de los candidatos”. Esta declaración intenta mantener la neutralidad del sistema judicial en un momento tan sensible como unas elecciones presidenciales, pero también levanta sospechas sobre si el tribunal está siendo presionado políticamente.
Este aplazamiento se suma a una larga lista de retrasos en los procesos judiciales contra Trump. Su equipo legal ha conseguido desestimar el caso de los documentos clasificados hallados en su residencia de Mar-a-Lago, y los procesos relacionados con el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 también se han retrasado hasta después de las elecciones. ¿Cuánto más podrá postergar Trump la justicia sin consecuencias?
La estrategia de la dilación judicial como táctica política
El equipo legal de Trump ha utilizado la dilación judicial como una herramienta política para ganar tiempo. Su portavoz, Steven Cheung, ha denunciado una “caza de brujas” orquestada por la Fiscalía de Manhattan y ha insistido en que “este caso, junto a otros trucos del tándem Harris-Biden, debe ser rechazado”. Estas declaraciones refuerzan la narrativa del expresidente de que es víctima de una persecución política, una estrategia que podría fortalecer su base electoral.
Sin embargo, muchos se preguntan si este aplazamiento es solo una táctica más para evitar enfrentar las consecuencias legales. El retraso de la sentencia hasta después de las elecciones plantea la inquietante posibilidad de que Trump esté utilizando su posición política para influir en el sistema judicial. Con varios casos pendientes, el futuro del expresidente depende en gran medida de cómo se desarrolle este juicio.
¿Qué opinas de este nuevo aplazamiento? ¿Debería la justicia actuar sin demoras o es legítimo este retraso en medio de un proceso electoral? ¡Comenta y comparte tu opinión!
Fuente: Europa Press