En 2024, la tragedia migratoria en el Mediterráneo alcanzó cifras alarmantes: 10.457 personas perdieron la vida intentando llegar a las costas españolas, lo que representa un incremento del 58% respecto al año anterior y una media de casi 30 muertes diarias.
La ruta hacia las Islas Canarias se consolidó como la más mortífera, concentrando el 93% de las víctimas, con 9.757 fallecimientos.
Este incremento se atribuye al aumento de salidas desde Mauritania, a pesar de la disminución general de llegadas en otras rutas.
Quizás te interese leer: Partos sin epidural, falta de personal y salas sin equipos adecuados en el hospital madrileño de La Paz
Políticas europeas
Frente a esta crisis humanitaria, la Unión Europea ha adoptado el Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo, aprobado en abril de 2024, que busca una mayor cooperación entre los Estados miembros y un enfoque más humano y sostenible hacia la migración.
Sin embargo, este pacto ha generado controversias por reforzar mecanismos que permiten aumentar las detenciones o expulsiones rápidas de inmigrantes, lo que podría comprometer sus derechos internacionales.
La población europea se ve afectada por estas políticas de diversas maneras. Por un lado, el alarmismo promovido por sectores de extrema derecha utiliza la cuestión migratoria para avanzar agendas represivas, generando tensiones sociales y xenofobia.
Por otro lado, la falta de vías legales y seguras para la migración perpetúa el ciclo de tragedias en el Mediterráneo, afectando la conciencia colectiva y los valores humanitarios de la sociedad europea.
Las políticas migratorias europeas han convertido el Mediterráneo en una fosa común, donde miles de personas mueren cada año en su intento desesperado por alcanzar un futuro digno.
La militarización de las fronteras, la externalización del control migratorio y la falta de vías legales seguras no solo vulneran los derechos humanos, sino que condenan a quienes huyen de la pobreza y la violencia a una muerte segura en el mar.
Cada patera hundida es una prueba del fracaso de unas políticas inhumanas que priorizan la disuasión sobre la vida. Europa no puede seguir mirando hacia otro lado.
Medidas migratorias más efectivas y humanitarias
Es imperativo que la Unión Europea y sus Estados miembros adopten políticas migratorias que prioricen la protección de los derechos humanos y la creación de rutas seguras para los migrantes, evitando que el Mediterráneo siga siendo testigo de innumerables pérdidas humanas.
Aunque no hay motivos para el optimismo, sin una coordinación eficaz de las luchas antirracistas y de los movimientos sociales que las respaldan, el futuro de las migraciones en Europa en las próximas décadas se desarrollará bajo la sombra de este desamparo institucional.
La crisis de la modernidad también representa el deterioro de un ideal de humanidad común. Los marginados del mundo continuarán vagando en ese espacio de indiferencia donde, en esencia, no hay esperanza de redención.
Síguenos en nuestras redes sociales @elsolidariorg / X: @X_ElSolidario y en nuestro canal de Whatsapp El Solidario; Instragam: @elsolidariorg TikTok: @elsolidarionews; Facebook: @ElSolidario
MUY INTERESANTE