Un joven sudanés, superviviente de la tragedia en Melilla, enfrenta una grave situación de salud en Argelia tras ser deportado por las autoridades españolas.
Ishak Omar cuenta su historia desde un refugio temporal en Argelia, donde encontró cobijo hace solo unos días, tras meses durmiendo en la calle. El incidente ocurrió el 24 de junio de 2022, cuando al menos 23 personas fallecieron y decenas resultaron heridas al intentar cruzar la frontera entre Marruecos y el enclave español de Melilla.
En esa fecha, se produjo una masacre humana en la frontera entre España y Marruecos: numerosas personas murieron, otras resultaron heridas y, actualmente, otras tantas siguen desaparecidas.
En medio del caos y los enfrentamientos, el joven logró escapar con vida, pero sus problemas no terminaron ahí: poco después, fue deportado y obligado a trasladarse a Argelia, donde hoy permanece en condiciones de vulnerabilidad extrema.
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Tras su expulsión de territorio español, el sudanés quedó atrapado en Argelia sin acceso a atención médica adecuada ni una red de apoyo. Organizaciones de derechos humanos han alertado sobre su situación y exigido a las autoridades que le brinden la atención urgente que necesita.
Asimismo, un portavoz de Médicos sin Fronteras declara que este es un ejemplo más de la indiferencia de las políticas migratorias europeas hacia las personas que han sufrido eventos traumáticos y violentos. Además, esta organización denunció, recientemente, la falta de servicios médicos y de apoyo psicológico para los migrantes expulsados.
La situación del joven sudanés refleja un caso crítico de los obstáculos que enfrentan los supervivientes de tragedias migratorias en el norte de África. Activistas en defensa de los derechos de los migrantes piden que el joven sea repatriado a un lugar seguro y que se garantice su acceso a atención médica.
Desgraciadamente, la salud del superviviente continúa deteriorándose, mientras que las autoridades argelinas aún no han respondido a las peticiones internacionales para brindarle asistencia médica.
Lucha por una vida digna
La experiencia de este chico es común entre los miles de migrantes que pasan el norte de África, en su ruta. En Argelia se realizan deportaciones masivas de migrantes subsaharianos, abandonándolos sin recursos y a su suerte.
La lucha por una vida digna se hace intensa y eterna, enfrentando escasez de derechos y recursos, pero con una red de apoyo de personas solidarias, que acompañan a las personas que sufren la falta de empatía por parte de los gubernamentales.
¿Hasta cuando se estarán vulnerando los derechos humanos, de todo el mundo?
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