En Haití, la violencia de las pandillas ha alcanzado niveles alarmantes, utilizando la violación y tortura de mujeres y niñas como tácticas deliberadas para sembrar el terror y consolidar su dominio. Este año, el país ha registrado más de 5.000 muertes relacionadas con la violencia de estas bandas, superando las cifras de años anteriores.
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La necesidad de tomar medidas urgentes
Las mujeres y niñas haitianas enfrentan una realidad aterradora. Entre enero y octubre de 2024, se reportaron más de 5.400 casos de violencia de género, de los cuales el 72% correspondieron a violencia sexual. Sin embargo, estas cifras podrían ser solo una fracción de la realidad, ya que muchas víctimas temen denunciar por represalias o desconfianza en las autoridades.
La comunidad internacional ha mostrado una respuesta insuficiente ante esta crisis. La ONU ha recaudado solo el 42% de los fondos necesarios para la respuesta humanitaria en Haití, dejando a las organizaciones locales sin los recursos esenciales para brindar apoyo a las víctimas.
Es imperativo que la comunidad internacional y las autoridades locales tomen medidas urgentes para proteger a las mujeres y niñas haitianas, garantizando su seguridad y acceso a servicios de apoyo.
La violencia sexual como arma de guerra en Haití es una realidad devastadora que no puede ser ignorada. Es responsabilidad de todos alzar la voz y exigir justicia para las mujeres y niñas que sufren estas atrocidades.
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