Pilar 
ICOM // EL SOLIDARIO
La crisis financiera que afecta a los museos a nivel global ha alcanzado un punto crítico, poniendo en riesgo la preservación del patrimonio cultural y la continuidad de estas instituciones. La disminución de la financiación pública, agravada por la pandemia de COVID-19, ha obligado a los museos a buscar alternativas para mantener sus puertas abiertas y cumplir con su misión educativa y cultural.
Un informe reciente de la Alianza Internacional de Investigación sobre la Financiación Pública de los Museos (IRAPFM), respaldado por el Consejo Internacional de Museos (ICOM-IMREC), destaca una tendencia preocupante: la reducción constante de los fondos públicos destinados a los museos en todo el mundo. Esta disminución se atribuye a crisis económicas recurrentes que llevan a los gobiernos a priorizar áreas como la salud y la educación, relegando la cultura a un segundo plano. Además, cambios en las políticas gubernamentales y una competencia creciente por recursos estatales han exacerbado la situación, dejando a muchas instituciones culturales en una posición financiera precaria.
Las consecuencias de esta reducción son evidentes. Museos como el Museo Nacional de Colombia enfrentan insuficiencias presupuestales que limitan sus exposiciones y deterioran su infraestructura. A pesar de asignaciones estatales récord, la precariedad persiste, reflejando una crisis crónica en el sector cultural colombiano. En España, la situación no es diferente. Recientemente, la Comunidad de Madrid eliminó subvenciones a museos nacionales como el Prado, Reina Sofía y Thyssen, mientras destinó fondos significativos a otras áreas, generando controversia y preocupación en el ámbito cultural.
Ante este panorama, los museos han adoptado diversas estrategias para garantizar su sostenibilidad. La búsqueda de patrocinios y donaciones privadas se ha intensificado, así como la implementación de modelos de financiación híbridos que combinan recursos públicos y privados. La digitalización y la oferta de contenidos en línea han emergido como alternativas para atraer a nuevas audiencias y generar ingresos adicionales. Además, iniciativas enfocadas en la eficiencia energética, como la instalación de placas solares en museos de la Comarca de Somontano, demuestran un compromiso con la sostenibilidad económica y ambiental.
Es imperativo que los gobiernos reconozcan el valor intrínseco de los museos como guardianes de la memoria colectiva y motores de desarrollo cultural. La implementación de subvenciones multianuales ajustadas a la inflación, el apoyo a la transformación digital y una distribución equitativa de los fondos son acciones esenciales para asegurar la viabilidad de estas instituciones. La sociedad civil también juega un papel crucial; su participación activa y apoyo financiero pueden marcar la diferencia en la supervivencia de los museos.
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