A pesar de la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos en 2019 (24 de octubre), su mausoleo en Mingorrubio sigue siendo un espacio que muchos consideran un altar fascista, lejos de la reconciliación que se buscaba tras la retirada de sus restos de su icónica tumba.
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Ubicado en el cementerio de El Pardo, este lugar ha sido objeto de críticas por parte de defensores de la memoria histórica y movimientos progresistas, que ven en él un símbolo de la impunidad y la glorificación de la dictadura franquista.
El mausoleo, construido con un estilo imponente, parece más un homenaje a la figura del dictador que un simple lugar de descanso. Diversos historiadores y activistas han señalado que la tumba, constantemente adornada con flores y velas por parte de nostálgicos del régimen, sigue siendo un lugar de peregrinación para quienes aún idealizan la época más oscura de la historia reciente de España.
Esta situación ha generado indignación en sectores de la izquierda y de los movimientos por los derechos humanos, que luchan por cerrar definitivamente el capítulo de Franco en la vida pública española.
Para el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) y nieto de primera víctima desaparecida durante la dictadura franquista , Emilio Silva, ese día fue “una especie de segundo funeral de Estado; una vergüenza”.
La presencia de Franco en este tipo de espacios públicos es vista como una prolongación de su legado y, según afirman diversas voces, una falta de respeto hacia las víctimas del franquismo.
Mingorrubio, más que un lugar de reposo, se ha convertido en un foco de polémica y división, donde la memoria democrática choca con la realidad de un país que aún arrastra heridas sin cerrar.
El gobierno ha tratado de gestionar este delicado tema, pero el hecho de que Franco siga siendo enterrado con honores y en un lugar tan significativo mantiene vivo el debate sobre cómo enfrentar y superar el pasado fascista de España.
La Ley de Memoria Democrática, aprobada en 2022, no ha logrado frenar los homenajes en Mingorrubio, y la pregunta que muchos se hacen es: ¿cuánto tiempo más seguirá siendo Franco un símbolo en lugares como este?
Fuentes: Infobae, El País, Público.