
Tomada de DiariodeBrugos/El Solidario. Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso.
El jefe de Gabinete de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, se enfrenta a una nueva polémica judicial tras la apertura de diligencias en su contra por la presunta filtración de datos personales de dos periodistas. Los profesionales afectados investigaban las obras realizadas en el piso donde vive la presidenta madrileña, cuando sus datos fueron difundidos sin su consentimiento, según la denuncia presentada.
La decisión del juez llega tras las denuncias de los propios periodistas, quienes alertaron sobre la vulneración de su privacidad en un contexto claramente intimidatorio.
Objetivo: desviar la investigación de la pareja de Ayuso
Al parecer, la filtración no solo buscaba desacreditar su trabajo, sino también desviar el foco mediático de las irregularidades urbanísticas vinculadas a la vivienda de Ayuso.
Este escándalo revela el uso abusivo del poder para silenciar la labor periodística y obstaculizar el derecho a la información veraz, pilar fundamental de cualquier democracia.
Rodríguez, conocido por su estilo agresivo y confrontativo, ha convertido la comunicación institucional en un campo de batalla, donde la desinformación y la intimidación se imponen sobre la transparencia y la rendición de cuentas.
La apertura de diligencias afecta la credibilidad del gobierno de Ayuso y, también, lanza un mensaje preocupante: quienes investigan al poder son perseguidos, mientras las preguntas incómodas quedan sin respuesta.
En un momento donde la libertad de prensa se ve amenazada por maniobras políticas, es imperativo que la justicia actúe con firmeza. El periodismo debe ser un contrapoder, no un objetivo de represalias. Si el silencio se impone por la fuerza, la democracia pierde uno de sus bastiones más importantes.
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