Arturo.R 
Foto de Rober Solsona
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha decidido incrementar en un 33% la dotación del fondo discrecional conocido como la «caja del presidente», elevando su presupuesto hasta los 4 millones de euros. Este dinero podrá ser repartido sin necesidad de pasar por controles parlamentarios, lo que ha generado fuertes críticas desde la oposición.
La partida presupuestaria, destinada a la Fundación de la Comunitat Valenciana de la Solidaridad y el Voluntariado (Fundación de la Solidaridad), es utilizada por el Ejecutivo autonómico para financiar asociaciones y entidades elegidas a dedo. Su incremento supone un cambio significativo respecto a ejercicios anteriores, donde se destinaban cifras inferiores a esta caja opaca.
Desde la oposición, han denunciado que este tipo de fondos facilitan el clientelismo político y la falta de transparencia en el uso del dinero público. Mientras tanto, el Consell de Mazón defiende la medida, asegurando que el objetivo es reforzar el apoyo a entidades sociales y promover el voluntariado.
El aumento de la «caja del presidente» contrasta con los recortes aplicados en otras áreas clave de la Generalitat, como la sanidad o la educación. Para muchos, esta maniobra deja en evidencia las prioridades del gobierno valenciano y pone sobre la mesa el debate sobre el uso de fondos públicos sin supervisión adecuada.
En un contexto de desconfianza ciudadana hacia la política, decisiones como esta solo refuerzan la necesidad de exigir transparencia y control en el gasto público.
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