Fatima Makhoukh 
Archivo/ELSOLIDARIO. Una niña en Gaza.
La situación de la infancia en Gaza es desesperada. La reanudación de los bombardeos israelíes el 18 de marzo ha agravado una crisis humanitaria ya extrema. Según Amnistía Internacional España, los niños y niñas atrapados en el conflicto enfrentan un escenario devastador: desplazamiento masivo, falta de recursos básicos y un sistema de salud colapsado. Con casi la mitad de los 1,9 millones de desplazados siendo menores, la comunidad internacional observa con creciente alarma la vulnerabilidad de estos niños que luchan por sobrevivir en condiciones inhumanas.
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Un conflicto que arrebata la infancia
Desde octubre de 2023, los ataques israelíes en Gaza han causado la muerte de casi 17.000 niños y han dejado a más de 6.000 heridos, según el Comité sobre los Derechos del Niño. La letalidad del conflicto ha afectado más a menores que a adultos, una situación sin precedentes que expone la magnitud de la tragedia. Además, el desplazamiento forzoso ha separado a miles de familias: al menos 21.000 niños están desaparecidos, 20.000 han perdido a uno o ambos progenitores y 17.000 se encuentran completamente solos.
Consecuencias psicológicas y educativas devastadoras
La guerra ha generado estragos emocionales irreparables en la infancia gazatí. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que más del 50% de los niños en Gaza sufre trastorno de estrés postraumático, ansiedad o depresión. Un fenómeno alarmante es la pérdida del habla, un mecanismo de defensa ante el trauma, que puede derivar en mutismo selectivo o total. Sin apoyo psicológico, estas secuelas pueden afectar de por vida el desarrollo emocional y social de los menores.
Además, la educación de más de 625.000 niños ha sido interrumpida por la destrucción de escuelas y la inseguridad constante. Sin acceso a la educación, se perpetúan ciclos de pobreza y falta de oportunidades, poniendo en riesgo el futuro de toda una generación.
Desnutrición y falta de recursos básicos
El bloqueo y los ataques han provocado una grave crisis alimentaria y sanitaria. Uno de cada seis niños en Gaza sufre desnutrición, una cifra alarmante que compromete su desarrollo físico y cognitivo. La escasez de agua potable y la falta de atención médica agravan aún más la crisis, dejando a los niños en una situación de vulnerabilidad extrema.
Un llamado urgente a la acción
La comunidad internacional no puede seguir ignorando la catástrofe humanitaria en Gaza. Cada día que pasa, más niños ven arrebatada su infancia y su derecho a un futuro digno. La vida de miles de niños está en juego, y la inacción no puede ser una opción.
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