Los talibanes cierran ventanas y esperanzas para las mujeres en Afganistán
María Luisa Abarca Sánchez 
Imagen de rtve.es : El Solidario. Las mujeres afganas cada vez tienen menos derechos.
En un nuevo acto de opresión hacia las mujeres en Afganistán, los talibanes han impuesto la prohibición de construir ventanas que permitan ver a las mujeres desde el exterior. Esta medida refleja un nivel alarmante de control sobre la vida privada y pública de las mujeres afganas, consolidando un régimen profundamente misógino y contrario a los derechos humanos.
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Las mujeres afganas atrapadas en la oscuridad del régimen talibán
Desde su regreso al poder en 2021, los talibanes han reinstaurado un sistema que elimina progresivamente los derechos de las mujeres. Las afganas no solo han sido excluidas de la educación secundaria y universitaria, sino que ahora ven cómo incluso el diseño de las viviendas y edificios se convierte en un instrumento de su represión. Esta nueva restricción busca, supuestamente, «proteger la modestia» de las mujeres, pero en la práctica, las aísla aún más de la sociedad.
La situación de las mujeres en Afganistán es una de las más críticas a nivel mundial. Prohibidas de trabajar en la mayoría de los sectores, de estudiar y de circular libremente sin la compañía de un hombre, las afganas viven atrapadas en un sistema que las priva de dignidad, autonomía y voz. Esta reciente normativa de las ventanas es un recordatorio más de cómo los talibanes utilizan cualquier resquicio de poder para ejercer control absoluto sobre las mujeres.
Organizaciones internacionales de derechos humanos han condenado estas políticas, denunciando que el régimen talibán no solo perpetúa la violencia estructural contra las mujeres, sino que también impide cualquier tipo de ayuda humanitaria destinada a su empoderamiento. «No se trata de proteger la privacidad, se trata de borrar a las mujeres de la esfera pública», advierten expertos.
Esta escalada de opresión no puede quedar sin respuesta. El mundo tiene la responsabilidad de actuar, alzar la voz y exigir que la libertad y los derechos de las mujeres afganas no sigan siendo silenciados tras muros y ventanas opacas. Afganistán necesita urgentemente justicia y solidaridad internacional. La igualdad de género no puede ser negociada ni ignorada.
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