En un importante giro legislativo, los médicos en diversas regiones podrán ejercer su derecho a la objeción de conciencia en el contexto del aborto, permitiéndoles negarse a realizar estos procedimientos de forma total o parcial sin la obligación de justificar sus decisiones.
Este derecho se ha consolidado como una extensión de su libertad personal, aunque su aplicación sigue generando debate en torno al acceso al aborto seguro.
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La objeción de conciencia es un derecho ampliamente reconocido para el personal sanitario, amparado por la libertad religiosa y moral. En este contexto, se permite que los médicos se nieguen a practicar abortos si consideran que estos procedimientos van en contra de sus principios éticos o religiosos, sin necesidad de ofrecer una explicación detallada.
Esta medida ha sido respaldada por diversos tribunales, pero también plantea preocupaciones sobre el impacto en el acceso de las mujeres a servicios de salud reproductiva.
Derecho no absolutista
Este derecho, sin embargo, no es absoluto. En muchos sistemas de salud, se establece que la objeción de conciencia no debe interrumpir el acceso a los cuidados médicos. Por lo tanto, los profesionales deben notificar con anticipación su decisión de objetar para permitir que se tomen medidas alternativas, como la derivación a otros profesionales dispuestos a realizar el procedimiento
Recientemente, se ha ampliado el concepto de objeción de conciencia, permitiendo que no solo los médicos, sino también el personal de enfermería, pueda excusarse de participar en estos actos.
Sin embargo, la ley también exige que la objeción no retrase el acceso a la atención médica, garantizando que las mujeres no enfrenten discriminación o negligencia por parte del personal sanitario.
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