Más de la mitad de los adolescentes no detecta noticias falsas en redes. ¿Estamos dejando a los jóvenes a merced de la desinformación?
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El 51% de los adolescentes en España no sabe identificar una noticia falsa, según Save the Children. Las redes sociales, que ya son la principal fuente de información para el 60% de estos jóvenes, propagan peligrosos discursos de odio, misoginia y estereotipos dañinos que los más jóvenes no siempre pueden reconocer ni combatir. La educación digital parece haberse quedado atrás, dejando a los adolescentes sin las herramientas necesarias para afrontar los desafíos de la era de la desinformación.
El papel de las redes: ¿aliadas o enemigas?
Las redes sociales, que en teoría deberían ser herramientas de comunicación, están llenas de trampas informativas. Aunque el 70% de los adolescentes cree que las redes pueden ser fuentes fiables en ocasiones, solo un 16% confía en ellas siempre. El problema radica en la falta de contraste: un 25% de los jóvenes ni siquiera se molesta en verificar la información, perpetuando así la difusión de noticias falsas.
Además, los creadores de contenido tienen un peso considerable en la percepción de la realidad. Mientras que el 23% de los chicos los ve como fuentes fiables, solo un 9% de las chicas confía en ellos. Esta brecha de género evidencia cómo los chicos están más expuestos a mensajes que normalizan actitudes tóxicas, como la sexualización y la misoginia.
Discursos de odio y misoginia en cada clic
No solo se trata de desinformación. Los adolescentes, especialmente las chicas, son víctimas de una violencia digital constante. Los streamers masculinos no solo reproducen comentarios misóginos y referencias a la pornografía, sino que sus chats se han convertido en espacios de odio. Las adolescentes están especialmente expuestas a estos mensajes violentos y sexualizados, que se disfrazan a menudo bajo «piropos» que en realidad son agresiones verbales.
La exposición diaria a cuerpos hipersexualizados, estándares irreales de belleza y el desprecio por el cuerpo femenino es devastadora para la salud mental de las adolescentes. «El entorno digital propaga la discriminación, el racismo y la explotación«, denuncia Save the Children, y las plataformas, lejos de proteger a los jóvenes, permiten que estos discursos se expandan sin control. Es hora de una educación digital progresiva que confronte estas dinámicas tóxicas.
¿Cómo proteger a los adolescentes de la desinformación y el odio en redes? Comparte tu opinión en los comentarios.
Fuente: Newtral