Lahore, la segunda ciudad más poblada de Pakistán con 13 millones de habitantes, atraviesa una crisis medioambiental sin precedentes.
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La contaminación en Lahore alcanza niveles alarmantes, afectando la salud de millones de personas
La calidad del aire ha llegado a niveles peligrosos, con partículas finas (PM2.5) superando las 300 microgramos por metro cúbico en algunas zonas, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda que no superen los 25 microgramos.
Este alarmante aumento en la contaminación ha provocado que las autoridades cierren los colegios de la ciudad, protegiendo la salud de más de 2 millones de estudiantes. Además, se ha recomendado encarecidamente el teletrabajo, para evitar la exposición al aire tóxico.
Impacto social y económico de la contaminación
La situación no es nueva, pero ha empeorado en los últimos años debido al aumento de la quema de cultivos, la contaminación vehicular y la falta de políticas ambientales efectivas. Lahore, como muchas otras ciudades en países en desarrollo, se enfrenta a un dilema urgente: ¿cómo garantizar un desarrollo económico inclusivo y sostenible sin sacrificar la salud de la población?.
Organizaciones internacionales y locales exigen al gobierno paquistaní un compromiso firme con la agenda climática global y la justicia social para que los derechos de la ciudadanía no se vean vulnerados por la negligencia ambiental.
¿Qué acciones crees que deberían tomarse para reducir la contaminación en las grandes ciudades de Pakistán?