En un nuevo capítulo de corrupción que sacude a la política española, se ha revelado que la Xunta de Galicia, bajo la dirección de Alberto Núñez Feijóo, adquirió parte de las mascarillas por las que la pareja de Isabel Díaz Ayuso cobró 2 millones de euros en comisiones.
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Este escándalo pone en evidencia la necesidad de justicia y cero impunidad en la gestión pública.
Según investigaciones recientes, la Xunta compró mascarillas a la empresa Mape, que pagó 42 millones de euros por material sanitario a FCS, la firma a la que Alberto González Amador, pareja de Ayuso, cobró comisiones por intermediar en dicha compra.
Este hecho ocurrió en 2020, cuando Feijóo aún era presidente de la Xunta. La adquisición de estas mascarillas se realizó en un contexto de emergencia sanitaria, donde la transparencia y la ética debían ser prioritarias.
Sin embargo, la implicación de figuras políticas en negocios turbios y comisiones millonarias refleja una grave falta de integridad. El líder del PP, Feijóo, ha intentado desvincularse del escándalo, alegando que en 2020 González Amador no era pareja de Ayuso.
No obstante, la conexión entre la compra de mascarillas y las comisiones recibidas por González Amador es innegable y exige una investigación exhaustiva.
Este caso no solo afecta la reputación de los implicados, sino que también socava la confianza pública en las instituciones. Es imperativo que se tomen medidas contundentes para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de recursos públicos.
La ciudadanía merece respuestas claras y acciones firmes contra la corrupción. La justicia debe prevalecer y los responsables deben rendir cuentas sin excepciones. La lucha contra la corrupción es una batalla constante que requiere el compromiso de todos para asegurar un futuro más justo y transparente.
FUENTES: MSN : eldiario.es : El Plural