La ultraderecha ataca la libertad de expresión: dos activistas propalestinas, en el banquillo por apoyar a Palestina.
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El próximo 29 de octubre, la Audiencia Nacional recibe a dos activistas acusadas por VOX de enaltecimiento del terrorismo. Las activistas, participantes en un acto público en defensa de Palestina, enfrentan ahora una querella impulsada por la ultraderecha. La criminalización de voces disidentes en apoyo al pueblo palestino levanta interrogantes sobre los límites de la libertad de expresión en España y la creciente influencia de intereses sionistas en la política local.
Libertad de expresión bajo ataque
Jaldía Abubakra, una de las activistas acusadas, denuncia esta querella como un ataque al activismo humanitario. “Los que deberían sentarse en un banquillo son Netanyahu y Biden”, afirma con contundencia, destacando la hipocresía de la persecución. Samidoun y Amnistía Internacional, junto a la Comunidad Palestina de Madrid, expresarán su apoyo públicamente tras la audiencia, exponiendo una denuncia común: el uso de la justicia como arma política para amedrentar a quienes se solidarizan con Palestina.
Para colectivos defensores de derechos humanos, como Samidoun, este caso expone una estrategia de censura global. Canadá, Estados Unidos y Alemania han prohibido activistas palestinos, replicando un patrón de persecución hacia quienes denuncian los abusos contra Palestina. Las decisiones políticas, apoyadas en presiones internacionales, buscan silenciar la defensa de derechos humanos a través de la burorrepresión y la criminalización.
Connivencia y censura internacional
Esta querella revela los estrechos vínculos entre VOX y el lobby sionista en España, afianzados en sectores políticos, empresariales y mediáticos. Desde hace tiempo, la derecha en España ha defendido a Israel, cerrando filas en torno a sus intereses a cambio de apoyos estratégicos. Con la escalada en el conflicto palestino-israelí, VOX intensifica su papel en esta alianza, apuntando contra activistas que denuncian un genocidio a la vista de todos.
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Fuente: Izquierda Diario