La posible muerte de Yahya Sinwar, líder de Hamás en Gaza, ha desatado un debate sobre las consecuencias que este suceso podría tener en el conflicto palestino-israelí.
Para muchos, la eliminación de Sinwar podría consolidar la posición política de Benjamin Netanyahu, quien se encuentra bajo fuerte presión interna para demostrar su capacidad de liderazgo en un conflicto que parece no tener fin.
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Sin embargo, la pregunta que queda en el aire es si este movimiento servirá para detener la masacre en Gaza o si, por el contrario, será el preludio de más violencia y sufrimiento para el pueblo palestino.
Desde el inicio de las hostilidades actuales, Gaza ha sido sometida a bombardeos constantes que han causado la muerte de miles de civiles, incluidos niños y mujeres. Organismos humanitarios hablan de más de 42 mil víctimas mortales.
La guerra en Gaza no solo se ha convertido en un símbolo de la opresión militar israelí, sino también en una manifestación del fracaso de la comunidad internacional para detener la espiral de violencia en la región.
Mientras Netanyahu podría beneficiarse de la desaparición de Sinwar, queda claro que la violencia en Gaza no se detendrá por la caída de un solo líder.
Exterminio palestino en Gaza
La desproporcionada respuesta militar de Israel ha sido criticada por organizaciones internacionales que han denunciado las violaciones a los derechos humanos en Gaza, un enclave donde casi dos millones de palestinos viven bajo un férreo bloqueo.
La masacre de civiles ha aumentado las tensiones en todo el mundo árabe, exacerbando el odio hacia Israel y empujando a más jóvenes palestinos hacia la militancia, alimentando el ciclo de violencia.
¿Realmente la muerte de Sinwar pondrá fin a la masacre o solo será utilizada como un instrumento más para prolongar el sufrimiento en la región? La historia reciente nos muestra que el conflicto entre Israel y Palestina no se resolverá con la eliminación de líderes individuales.
La verdadera paz solo será posible si ambas partes, con el apoyo de la comunidad internacional, logran un acuerdo justo que reconozca los derechos del pueblo palestino y ponga fin a décadas de ocupación y opresión.
Fuentes: eldiario.es – The Guardian – Naciones Unidas