Un hombre se enfrenta a una petición de 39 años de cárcel por parte de la Fiscalía tras ser acusado de haber abusado sexualmente de sus cinco nietas menores de edad durante un período que se extendió a lo largo de 15 años.
Según el escrito de acusación, los hechos ocurrieron entre 2006 y 2020, en Peñíscola y Moià, cuando las niñas tenían entre 9 y 13 años. Los abusos se producían en el domicilio del acusado, aprovechando la relación de confianza y la cercanía familiar.
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El Ministerio Público considera estos actos constitutivos de delitos continuados de abuso sexual con el agravante de parentesco. Además de la pena de prisión, se pide la prohibición de acercarse o comunicarse con las víctimas durante 10 años tras cumplir su condena y el pago de indemnizaciones a las afectadas por los daños sufridos.
La urgencia de reforzar la protección infantil
Este caso evidencia la vulnerabilidad de los menores frente a abusos en el entorno familiar, donde las dinámicas de poder y confianza dificultan la denuncia.
Según expertos, el impacto psicológico de este tipo de delitos puede ser devastador y de larga duración, lo que resalta la importancia de sistemas de detección temprana y apoyo a las víctimas.
Más allá del castigo penal, es imprescindible abordar estas situaciones con una perspectiva de reparación integral y prevención. Este caso debe servir como recordatorio de la necesidad de fortalecer las políticas públicas para garantizar la seguridad de los niños y niñas en todos los ámbitos, especialmente en el entorno familiar, donde los riesgos suelen pasar desapercibidos.
Proteger a los menores es responsabilidad de toda la sociedad. Cada acción que permita prevenir el abuso es un paso hacia un futuro más justo y seguro.
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