Israel intensifica su ofensiva regional y siembra alarma global
Alfonsina 
Ilustración: El Solidario. Cada año, Estados Unidos destina más de 3.800 millones de dólares en ayuda militar a Israel, según datos del Departamento de Estado.
Ataques simultáneos a múltiples países
En un lapso de solo un día, las fuerzas israelíes bombardearon posiciones en cuatro países diferentes. En Yemen, el aeropuerto internacional de Sanaa, el único en funcionamiento, fue destruido tras un ataque que se ejecutó menos de dos horas después de ordenar la evacuación de la zona. También se reportó la destrucción del puerto de Hodeidah, vital para el ingreso de ayuda humanitaria al país, dejando inutilizado el 70% de sus muelles.
En Líbano, drones israelíes bombardearon el norte y el sur del país, violando el acuerdo de alto al fuego con Hezbolá firmado en noviembre. En Siria, los bombardeos comenzaron tras la salida de Bashar al-Assad, y ahora se reporta que Israel ocupa 400 km del territorio sirio, más que el área que controla actualmente en Gaza.
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Gaza, epicentro de la ofensiva
En el centro de Gaza, una escuela en el campo de refugiados de Bureij fue atacada, causando la muerte de al menos 22 personas. Personal del Hospital de los Mártires de Al Aqsa denunció no tener suficientes insumos médicos para atender a los heridos. Esta escalada coincide con el plan de conquista aprobado por Israel a comienzos de mayo, que formaliza la ocupación militar indefinida del territorio gazatí.
Esta ofensiva desmedida, sostenida por el silencio cómplice de potencias occidentales y el blindaje de intereses económicos, plantea una alerta ética. No podemos permitir que el poder político y económico de unos pocos vulnere los derechos humanos conquistados colectivamente. Cuidar la humanidad implica resistir la normalización de la violencia.
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