Marita 
Tomada de Conversation: España en crisis demográfica: los nacimientos caen más del 50 % desde el ‘baby boom’
El envejecimiento poblacional y la desigualdad de oportunidades marcan el futuro del país.
En los últimos años, España ha sido testigo de una alarmante tendencia demográfica que refleja una profunda crisis social, económica y ambiental. Según los datos recientes, hay más bebés nacidos de madres de 41 años que de madres de 25. Este dato, aunque sorprendente, no es un simple número, es el reflejo de una sociedad donde las jóvenes se enfrentan a retos crecientes en su acceso a la vivienda, la estabilidad laboral y una vida plena en igualdad de condiciones.
La crisis demográfica en España es mucho más que un descenso en la natalidad; es un síntoma de un sistema que no está dando respuesta a las necesidades fundamentales de las personas jóvenes. Las mujeres, en particular, son las que sufren las consecuencias de este panorama.
La maternidad en edades más avanzadas se ha convertido en una opción para muchas mujeres que, debido a la falta de recursos, la precariedad laboral y la desigualdad de género, se ven obligadas a retrasar la maternidad.
Un número creciente de ellas opta por tener hijos más tarde en la vida, mientras que las más jóvenes, atrapadas en la inestabilidad económica, no tienen garantizadas ni las condiciones de vida ni el acceso a los derechos básicos que les permitirían formar una familia.
Desigualdad y sostenibilidad: los desafíos que enfrentan las nuevas generaciones
En este contexto, la crisis demográfica pone en evidencia no solo la necesidad de políticas que favorezcan la natalidad, sino también un enfoque integral que apueste por una mayor igualdad de derechos y oportunidades para las generaciones venideras.
Es imprescindible abordar la sostenibilidad ambiental y la justicia social como pilares de la política pública para garantizar un futuro en el que todos los jóvenes tengan la capacidad de acceder a una vida digna. La crisis climática y el agotamiento de recursos no son solo problemas del futuro, sino del presente, y afectarán a las nuevas generaciones mucho más que a las anteriores.
Este es el reto que enfrentamos como sociedad: cambiar el rumbo de una crisis que, aunque demográfica, es también una crisis de derechos humanos, igualdad y sostenibilidad. Solo con políticas públicas que prioricen la justicia social, la igualdad de género y el acceso a recursos para todos los ciudadanos, España podrá revertir este preocupante panorama.
¿Podrá España transformar esta crisis en una oportunidad para construir una sociedad más justa e igualitaria?
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