Un informe estudiantil revela la urgencia de transformar las escuelas en espacios seguros para el colectivo LGTBIQ+. ¿Es suficiente el apoyo actual?
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El alumnado de los institutos Escola Costa i Llobera y Milà i Fontanals en Barcelona ha presentado recomendaciones para transformar las escuelas en espacios seguros para las personas LGTBIQ+. Este informe forma parte del proyecto «Transgrediendo la norma!», impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona, y busca frenar la LGTBIfobia en las aulas. Con una participación directa de jóvenes comprometidos, las propuestas pretenden crear entornos educativos más inclusivos y respetuosos.
Educación y apoyo familiar, claves del cambio
Las principales recomendaciones incluyen la formación de alumnos y profesores en diversidad afectiva y de género, así como una mayor difusión de los protocolos existentes contra la LGTBIfobia. A pesar de que los protocolos existen, muchos en los centros no los conocen o no los aplican correctamente. Además, se hace hincapié en la implicación de las familias para que los jóvenes sientan un mayor apoyo en sus entornos más cercanos.
Una de las preocupaciones destacadas es la percepción de rechazo por parte de las familias. Muchos estudiantes identifican actitudes hostiles o indiferentes hacia la diversidad LGTBIQ+, lo que agrava la sensación de vulnerabilidad. La falta de respaldo familiar no solo afecta emocionalmente, sino que también limita el acceso a espacios seguros dentro y fuera de la escuela.
Agresiones normalizadas y silencio institucional
El informe revela datos alarmantes: el 30% del alumnado del Institut Escola Costa i Llobera ha normalizado los insultos homófobos, y casi la mitad ha presenciado situaciones de homofobia en el centro. Entre las agresiones más comunes se encuentran las bromas y los insultos, evidenciando una preocupante normalización de la violencia verbal y psicológica en las aulas.
Por su parte, el 85% de los jóvenes del Institut Milà i Fontanals señala las burlas como la agresión más frecuente. Además, un 38% denuncia la falta de herramientas en los centros para acompañar a las víctimas de estas agresiones. Esto subraya la urgencia de implementar cambios estructurales, tanto en la respuesta institucional como en la educación del alumnado.
¿Qué medidas consideras necesarias para que las escuelas sean espacios verdaderamente seguros? ¡Comparte tu opinión y difunde!
Fuente: Ayuntamiento de Barcelona