Los hospitales madrileños rechazaron derivaciones de residencias de mayores días antes de la implementación del conocido “protocolo de la vergüenza”, según revelan recientes investigaciones.
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Este escándalo ha sacudido a la Comunidad de Madrid, exponiendo la falta de humanidad y la discriminación sistemática hacia los más vulnerables durante la primera ola de la pandemia de COVID-19.
La tragedia de los mayores en residencias
El 7 de marzo de 2020, cuando la vida en Madrid seguía su curso normal, las autoridades sanitarias tomaron una decisión que marcaría el destino de miles de personas mayores.
Los hospitales madrileños comenzaron a rechazar las derivaciones de residentes de geriátricos, una medida que no se hizo pública hasta mucho después.
Esta decisión, que precedió al estado de alarma y a la publicación del protocolo oficial el 18 de marzo, ha sido calificada de discriminatoria por organizaciones internacionales como Amnistía Internacional y Médicos sin Fronteras.
El “Protocolo de la Vergüenza”
El llamado “protocolo de la vergüenza” formalizó por escrito lo que ya estaba ocurriendo: la exclusión de los mayores de los hospitales.
Este protocolo, firmado por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, establecía criterios estrictos que impedían el traslado de pacientes con cierto grado de dependencia o deterioro cognitivo.
La medida, que buscaba evitar el colapso del sistema sanitario, resultó en una alta mortalidad en las residencias, donde los mayores no recibieron la atención médica necesaria.
La transparencia y la rendición de cuentas son esenciales para recuperar la confianza de la ciudadanía y asegurar que los derechos de los más vulnerables sean protegidos.
El rechazo de derivaciones de mayores en residencias por parte de los hospitales madrileños antes del “protocolo de la vergüenza” es un claro ejemplo de cómo la falta de humanidad y la discriminación pueden tener consecuencias devastadoras
FUENTES: El Plural : El País: El Salto Diario