La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, vuelve a estar en el ojo del huracán tras conocerse que utilizó fondos públicos para reservar la sala de autoridades del aeropuerto de Barajas durante un viaje privado que realizó junto a su novio.
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Según revelaciones recientes, Ayuso habría hecho uso de recursos destinados a actos oficiales para beneficiarse personalmente, lo que ha generado un amplio malestar y ha suscitado críticas tanto en el ámbito político como social.
El uso indebido de instalaciones reservadas para autoridades no solo cuestiona la ética de la presidenta, sino que también plantea interrogantes sobre el manejo de los recursos públicos en momentos en los que la ciudadanía enfrenta una creciente crisis económica.
Este tipo de salas están destinadas a recibir a mandatarios y dignatarios, y su uso personal sin justificación oficial pone en duda la separación entre lo público y lo privado en la gestión de Ayuso.
Medios como El Plural han destapado este nuevo escándalo, señalando que el viaje en cuestión no tenía carácter oficial y que la reserva de dicha sala fue cubierta con fondos que deberían haberse destinado a otros fines.
La sala de autoridades en el aeropuerto de Madrid es conocida por ofrecer servicios exclusivos, como la agilización de trámites y la discreción necesaria para evitar que figuras públicas sean vistas en áreas comunes.
El caso ha provocado la reacción de varios representantes de la oposición, quienes han exigido una explicación pública y la devolución del dinero empleado. Desde la izquierda se ha criticado duramente el comportamiento de la presidenta madrileña, calificándolo de abuso de poder y un ejemplo de cómo se priorizan intereses personales sobre los de la ciudadanía.
Aunque desde el entorno de Ayuso no han emitido declaraciones oficiales sobre el asunto, este escándalo se suma a una larga lista de polémicas que han rodeado a su administración, especialmente en cuanto al uso de dinero público.
Fuentes: El Plural, eldiario.es.