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El Solidario. Elon Musk.
Elon Musk, el magnate tecnológico más influyente del mundo, ha pasado de la retórica a la acción. Según una investigación exclusiva de The Guardian, sus seguidores, conocidos como DOGE, se han infiltrado en la USAid, la mayor agencia de cooperación internacional. Este movimiento no es casual: se trata de una prueba piloto para una revisión a gran escala del Gobierno federal de EEUU, poniendo en riesgo décadas de trabajo humanitario.
MUY INTERESANTE
La USAid, creada en 1961, ha sido un pilar fundamental en la lucha contra la pobreza y la promoción del desarrollo global. Sin embargo, la infiltración de miembros del DOGE, un grupo de acólitos de Musk, amenaza con desvirtuar su misión. Estos individuos, afines a las ideas libertarias y tecnocráticas del magnate, buscan reorientar la agencia hacia intereses privados y reducir su enfoque en la justicia social.
La oscura estrategia de Musk
Este no es un hecho aislado. La estrategia de Musk y sus seguidores parece clara: infiltrarse en instituciones clave para impulsar una agenda que prioriza el lucro sobre el bien común.
La USAid sería solo el primer paso de un plan más ambicioso que podría extenderse a otras agencias federales, consolidando un control corporativo sin precedentes sobre políticas públicas esenciales.
La infiltración de los acólitos de Musk en la USAid es una señal alarmante de cómo el poder corporativo está erosionando las instituciones democráticas. Si no se frena esta tendencia, el Gobierno federal podría convertirse en un instrumento al servicio de intereses privados, dejando de lado su responsabilidad con la ciudadanía. Es hora de defender las instituciones públicas y garantizar que la cooperación y el desarrollo sigan siendo un bien común, no un negocio.