
Imagen tomada del diario "El Constitucional" / El Solidario
El PP intenta convertir el Senado en un arma contra el Gobierno. El Constitucional frena su maniobra, pero Feijóo insiste. ¿Hasta dónde llegarán?
El Tribunal Constitucional ha tumbado la reforma del reglamento del Senado impulsada por el PP para frenar la ley de amnistía. La sentencia evidencia que la maniobra buscaba alterar el equilibrio constitucional y darle al Senado un peso que no le corresponde. “El Congreso tiene prioridad en el proceso legislativo y su decisión es vinculante”, dictaminó el TC. Pese al revés judicial, el PP redobla su estrategia para convertir la Cámara Alta en un instrumento de bloqueo político.
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El Constitucional desenmascara la estrategia del PP
La reforma aprobada en noviembre de 2023 permitió al PP retrasar casi dos meses la aprobación de la amnistía. Aprovechando su mayoría absoluta en el Senado, modificó el reglamento para eliminar el carácter de urgencia de la ley. Sin embargo, el Constitucional ha sentenciado que esta maniobra vulneró el sistema bicameral y desvirtuó la función del Senado. “Han intentado crear un Gobierno en la sombra”, denunció Carla Antonelli, de Más Madrid.
Frente a este dictamen, tres magistrados conservadores han emitido un voto particular alineado con la postura del PP. Argumentan que existía una “laguna constitucional” que permitía la reforma, aunque la mayoría del tribunal lo ha rechazado. La sentencia es clara: el Congreso tiene la última palabra en la tramitación de las leyes. El fallo supone un duro golpe para Feijóo, pero el líder del PP no se detiene.
El PP insiste en transformar el Senado en su trinchera política
Lejos de acatar la sentencia, el Partido Popular ha presentado una nueva reforma para ampliar aún más el poder del Senado. Quiere obligar al presidente del Gobierno a comparecer cada mes, algo que ni siquiera el Congreso exige. También pretende que los senadores puedan interferir en los plazos de tramitación de leyes, desafiando de nuevo la preeminencia del Congreso.
Esta ofensiva es un intento de utilizar el Senado como un contrapeso artificial contra el Ejecutivo, ignorando su función de Cámara de segunda lectura. “¿Por qué el PSOE puede hacer lo que quiera y el PP no?”, justificó el senador Eloy Suárez. Sin embargo, lo que el PP presenta como equilibrio institucional es, en realidad, una estrategia para boicotear al Gobierno desde una Cámara en la que tiene mayoría absoluta.
La lucha por el control del Senado se intensifica. ¿Es legítima esta maniobra del PP o un ataque directo al sistema democrático? Déjanos tu opinión en los comentarios y comparte el debate en redes.