En los últimos años, la derecha ha experimentado un ascenso significativo en la Unión Europea, consolidándose como una fuerza política relevante en el Parlamento. ¿Cómo se ha gestado este fenómeno? ¿Qué ideologías y discursos impulsan a estos partidos? Analicemos los factores clave que han contribuido a su crecimiento.
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¿Cómo?
El auge de la derecha se ha manifestado en elecciones recientes, donde partidos ultranacionalistas y populistas han obtenido escaños significativos. Su discurso se centra en la defensa de la soberanía nacional y la identidad cultural, resonando con sectores de la población preocupados por la globalización y la inmigración.
¿Cuándo?
Este proceso no es nuevo. Desde la década de 1960, los partidos populistas de derechas han ido ganando terreno, pasando del 5,4 % al actual 20 % del voto europeo. La crisis económica de 2008 y la crisis migratoria de 2015 también influyeron, pero hay razones más profundas.
¿Por qué?
- Tiempo postmoderno: Vivimos en un mundo acelerado, donde todo es rápido: comida, moda, información. La derecha capitaliza esta ansiedad, ofreciendo respuestas simples a problemas complejos.
- Identidad y patria: Los partidos de derechas enfatizan la identidad nacional y la protección de fronteras. Su discurso excluye a un “otro” étnico o religioso, generando apoyo entre quienes temen la pérdida de tradiciones y valores.
- Desafíos existenciales: La ultraderecha en el Parlamento Europeo afecta decisiones cruciales, como la lucha contra el cambio climático. Reclaman soberanía estatal, lo que complica la cooperación europea.
¿Quiénes?
Partidos como Agrupación Nacional (Francia), Alternativa para Alemania y Vox (España) han ganado relevancia. Su éxito plantea desafíos existenciales para la UE.
El auge de la derecha en Europa no es casualidad. Es el resultado de una combinación de factores históricos, discursos simplificados y desafíos existenciales. La Unión Europea debe encontrar respuestas coherentes para mantener su unidad y abordar los problemas globales.
Esto plantea desafíos cruciales para la cohesión y la toma de decisiones en el Parlamento. La búsqueda de un equilibrio entre la soberanía estatal y la cooperación europea será fundamental para abordar los problemas globales y mantener la unidad en un continente diverso y cambiante.