
Archivo: El Solidario. Manifestante estadounidense en contra de la eliminación de la USAID
La persecución racial y sexista, el negaciocismo climático, la imposición de aranceles desorbitados, las amenazas de anexión a Canadá y Groenlandia, la deportación de inmigrantes y su encarcelamiento en prisiones para terroristas, la exclusión de palabras «controvertidas», la extorsión económica para que grandes empresas y multinacionales también las excluyan, el cambio de nombre del Golfo de México a Golfo de América, la eliminación del programa para ayuda internacional al desarrollo…
Un suma y sigue que a tres meses del alzamiento como presidente de EE.UU del magnate neoyorquino Donald Trump, ya hace temblar al mundo. Porque el actual líder supremo de EE.UU cree que a su país no llega el mismo aire que respiramos en España, ni que la ola que hoy está en el Atlántico, ayer estuvo en el Pacífico.
En la actualidad, podemos decir que el planeta está bailando al son de un déspota que henchido de arrogancia, está dinamitando derechos humanos y civiles como si éstos no hubieran sido creados después de siglos de ética, historia y filosofía.
En palabras del senador francés Claude Malhuret «Washington se ha convertido en la corte de Nerón, con un emperador incendiario, cortesanos sumisos y un bufón bajo ketamina responsable de la limpieza del servicio público»
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Consecuencias de la eliminación de USAID
Uno de los dictámenes del ejecutivo estadounidense que más está afectando a países y personas de forma directa, es la supresión del programa para desarrollo internacional USAID.
Como ejemplo, un 30% de los fondos de Acción Contra el Hambre depende de este programa. Sin ese dinero, la oenegé se ha visto forzada a interrumpir su actividad en Níger, donde atendía a más de 8.000 menores con desnutrición aguda severa.
Por otra parte, en Senegal, se ha clausurado el mayor programa de prevención de malaria. En Colombia, más de 50.000 desplazados se han quedado sin apoyo humanitario. En Ucrania, se han suspendido proyectos de reconstrucción de edificios dañados por la guerra.
El Departamento de Eficiencia Gubernamental de Elon Musk ha sido el impulsor de esta purga, aunque su supervisión ha ido a cargo del secretario de Estado, Marco Rubio, quien ha anunciado que eliminará el 83% de los programas.
La legalidad de los recortes está en cuestión.De hecho, se han interpuesto varias demandas judiciales al respecto, y la pasada semana un juez dictaminó que el cierre de la agencia «probablemente» es anticonstitucional.
Y lo más preocupante, es que otros países en Europa han seguido su ejemplo aunque de manera más discreta. Cabe preguntarse hacia dónde vamos.
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