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Ilustración: La presunta comisión de un delito de prevaricación judicial por parte del juez Peinado se basa en el empeño de mantener ‘viva’ la instrucción judicial contra Begoña Gómez, esposa del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez.
La prevaricación judicial está contemplada en el artículo 446 del Código Penal, que establece los castigos para este delito cuando se comete “a sabiendas”: Se refiere a la “conducta delictiva de un juez o magistrado que dicta una sentencia o una resolución injusta, o se niega a juzgar, a sabiendas, por imprudencia grave o ignorancia inexcusable”.
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El juez que incurra en este delito podría enfrentar sanciones de seis a 24 meses; a la inhabilitación para ejercer su cargo durante un periodo de 10 a 20 años o a una pena de prisión de uno a cuatro años, en función de la gravedad del delito
La presunta comisión de un delito de prevaricación judicial por parte del juez Peinado se basa en el empeño de mantener ‘viva’ la instrucción judicial contra Begoña Gómez, esposa del presidente de Gobierno, Pedro Sánchez.
Por eso, Pedro Sánchez, Begoña Gómez, la Abogacía del Estado, la Fiscalía y otros ciudadanos consideran que el juez Peinado está delinquiendo, porque el interés que tiene en mantener vivo el proceso judicial contra la esposa del presidente no tiene más intención que dar titulares a la prensa de la derecha, para desgastar al presidente políticamente; y con falsedades.
¿Por qué?
En primer lugar porque no puede haber corrupción si no hay dinero de por medio. Y nada, ni siquiera indicios de que la esposa del presidente se haya lucrado. Tampoco puede haber asesinato si no hay muerto, ni robo si no hay botín.
¿Qué clase de corrupción económica es aquella donde el supuesto corrupto no recibe recompensa alguna? Peinado investiga a ver si encuentra… pero lleva tiempo sin encontrar, y los supuestos indicios que tenían se han caído todos.
Por eso el juez estableció que “los hechos objetos de investigación son todos los actos, conductas y comportamientos que se han llevado a cabo por la investigada desde que su esposo es presidente del Gobierno”, son sus palabras textuales. O dicho de otra forma… a ver “si le pillo algo”.
Pero él sabe que eso es ilegal, que es delito investigar a alguien a ver si pillas algo delictivo. Por eso nuestra democracia necesita que el Juez Peinado acabe en prisión por los delitos que podría estar cometiendo.
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