
Archivo EFE/ELSOLIDARIO.Manifestación de la ultraderecha en el centro de Madrid.
El Gobierno de España ha llevado ante la Fiscalía al grupo que promovió el manifiesto franquista por un posible delito de enaltecimiento de la dictadura. En un país que ha tardado décadas en comenzar a hacer justicia con las víctimas del franquismo, sigue resultando escandaloso que sectores ultraderechistas se sientan impunes para glorificar un régimen basado en la represión, la persecución y la violencia.
La denuncia, interpuesta por el Secretario de Estado de Memoria Democrática, busca determinar si la Plataforma 2025 y el diputado de Vox Sergio Rodríguez, quien recientemente felicitó el «día de la victoria» en el Parlament balear, han incurrido en un delito de odio o cualquier otro ilícito penal.
No es la primera vez que la extrema derecha intenta blanquear el franquismo mientras desprecia las leyes de memoria y minimiza los horrores de la dictadura.
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Este episodio deja en evidencia una peligrosa realidad: el franquismo no es solo un fantasma del pasado, sino una amenaza latente que sigue presente en ciertos sectores de la política y la sociedad.
La existencia de una Plataforma 2025, que abiertamente enaltece la dictadura, no es un fenómeno aislado, sino parte de una estrategia bien orquestada por la ultraderecha para legitimar su discurso autoritario y reaccionario.
Es alarmante que, en pleno siglo XXI, haya cargos electos que se atrevan a rendir homenaje a un régimen criminal sin que esto tenga consecuencias inmediatas. La tibieza con la que en muchas ocasiones se han abordado estos actos ha dado alas a una extrema derecha que se siente libre de desafiar los valores democráticos sin pudor.
La denuncia del Gobierno es un paso imprescindible, pero insuficiente si no se acompaña de una respuesta judicial contundente y una mayor pedagogía social sobre la memoria histórica.
España no puede permitirse la normalización del discurso franquista. Tolerar el enaltecimiento de la dictadura no solo es una afrenta a las víctimas, sino también un peligroso retroceso democrático.
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