En Zimbabue, medio millón de personas trabajan en minas informales. Las mujeres mineras enfrentan condiciones especialmente precarias.
Algunas iniciativas buscan regularizar su situación y ayudarlas a convertirse en propietarias de minas.
Lee también: Melinda Gates lanza Pivotal Ventures para apoyar los derechos de las mujeres
Sharai Masaga nunca imaginó dirigir dos minas. Tras la ruina de su esposo, dueño de una mina desde 2004, decidió unirse a la minería artesanal en 2012. Este trabajo informal representa tres cuartas partes del mercado laboral en Zimbabue.
Desigualdades y retos de las mineras
Las mujeres representan aproximadamente el 10% de los mineros artesanales. A menudo, reciben salarios desiguales y menores beneficios que los hombres. Shuvai Mutami, presidenta de la Asociación de Mujeres Mineras de la ciudad de Zvishavane, señala estas injusticias.
Organizaciones sin ánimo de lucro ofrecen formación y talleres para enseñar a las mineras sus derechos y habilidades del oficio. Algunas minas contratan solo a mujeres, pero estas iniciativas no absorben suficientes trabajadoras ni protegen sus derechos completamente.
Transformación a propietarias de minas
Masaga dirige una mina en Zvishavane. Gracias a la Asociación de Derecho Medioambiental de Zimbabue (ZELA) y su Campaña por un Trabajo Decente para las Mujeres, Masaga obtuvo una licencia de explotación en 2021. Esta campaña ayudó a 200 mineras a mejorar sus ingresos y condiciones de vida.
ZELA colabora con organizaciones como ActionAid Zimbabwe y Women and Law in Southern Africa. Juntas, enseñan a las mujeres sobre la Ley de Minas y Minerales, financiamiento y registro de derechos mineros. Masaga asistió a talleres y, en 2022, logró registrar su propia mina.
Namatirai Mpofu, otra beneficiaria del programa ZELA, pasó de la minería artesanal a ser propietaria de una mina de cromo. Sus ingresos aumentaron significativamente y ahora puede trabajar en condiciones más seguras y justas.
Desafíos persistentes
A pesar de los avances, la formalización de los derechos mineros es lenta. Chiedza Chipangura, activista y fundadora de Women Empowerment in Mining Zimbabwe, denuncia retrasos en la concesión de licencias. Estos retrasos obstaculizan el progreso y violan los derechos de las mujeres mineras.
Las historias de éxito de Masaga y Mpofu son inspiradoras. Sin embargo, la lucha por la igualdad en la minería de Zimbabue continúa. Las mujeres aún enfrentan barreras culturales y económicas significativas. Con el apoyo de organizaciones como ZELA, hay esperanza de un futuro más justo y equitativo para las mujeres mineras en Zimbabue.
Fuente: El País