Cataluña se moviliza contra el cierre de aulas públicas por disminución de natalidad
Fatima Makhoukh 
Archivo/ELSOLIDARIO.Alumnos en una clase de una escuela.
Familias y docentes de diversas ciudades de Cataluña han tomado las calles para protestar contra el cierre de aulas en la educación pública, una medida impulsada por el Departamento de Educación debido a la disminución demográfica. Convocados por la plataforma «La Pública, l’escola de tothom», se han realizado concentraciones en localidades como Barcelona, Mataró, Lleida, Tortosa, Girona, Sabadell y Manresa, evidenciando el descontento generalizado de la comunidad educativa.
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El Departamento de Educación prevé cerrar 81 líneas en centros públicos para el próximo curso, aunque las entidades denunciantes elevan esta cifra a 111, mientras que en la educación concertada solo se clausurarán dos líneas. Esta discrepancia ha generado críticas, ya que, según la portavoz de la plataforma, Lidón Gasull, se trata de un «cierre preventivo» que condiciona la elección de las familias durante el proceso de preinscripción.
Caída de la natalidad
La caída de la natalidad es una realidad en Cataluña, con una previsión de 1.200 alumnos menos en I3 para el próximo curso. Sin embargo, la comunidad educativa argumenta que esta situación debería aprovecharse para reducir las ratios de alumnos por aula, mejorando así la calidad educativa y la atención personalizada. La portavoz del sindicato USTEC, Iolanda Segura, sostiene que «era el momento de aprovechar el bajón demográfico para bajar ratios».
En Mataró, la afectación es significativa, con el cierre de dos líneas de I3 en las escuelas Rocafonda y Camí del Mig, y otras dos de 1º de ESO en los institutos Thos y Codina y Miquel Biada. La manifestación en esta ciudad fue una de las más multitudinarias, cortando la carretera N-II y culminando en la sede de los Servicios Territoriales Maresme-Vallès Oriental. Docentes y familias portaron pancartas exigiendo una mejor planificación escolar y corearon consignas contra el cierre de grupos y el fin de los conciertos educativos.
El sindicato USTEC denuncia que estos recortes afectan especialmente a centros de máxima complejidad, como la escuela Rocafonda, lo que podría aumentar la segregación escolar y perjudicar a las familias más vulnerables. Jordi Esquerra, miembro de la AFA de esta escuela, alerta que «un cierre de éstos en una escuela como la nuestra hace aumentar aún más la segregación».
Aunque el período de preinscripción está por concluir, desde «La Pública» aseguran que la decisión de Educación es reversible. Lidón Gasull insta a la Generalitat a «recapacitar» y recuerda que los datos demuestran que «las familias apuestan por la educación pública».
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