
Archivo / El Solidario. Banca Social y Solidaria.
La banca ética es el conjunto de empresas bancarias cuya oferta de servicios no está condicionada exclusivamente al criterio de la rentabilidad-riesgo y su principal y único objetivo no es el lucro como sí lo es el de la banca tradicional.
Como respuesta a tanta irresponsabilidad moral, surge la banca ética, que trata de mantener otros principios como referentes de su actuación.
Las entidades de Banca ética se basan en una gestión totalmente transparente, en fomentar la economía real, impulsar los beneficios medioambientales, promover la cultura y el arte, priorizando el apoyo financiero a la economía social, comercio justo, las energías renovables, la promoción social, etc.
MUY INTERESANTE
La Banca Ética quiere ser el nexo entre los ahorradores que quieren gestionar su dinero de una forma más consciente y responsable, y las iniciativas emprendedoras que se inspiran en los principios de un modelo de desarrollo humano y social sostenible.
Se pretende ir creando conciencia social de modo que los clientes de la Banca se preocupen por el destino de sus depósitos, donde no sólo se demande una rentabilidad económica, sino un beneficio de carácter social.
Los recursos económicos deben invertirse en proyectos viables, de manera que no se incurra en pérdidas que defrauden las expectativas de los/as ahorradores/as o mermen la capacidad de reutilización de tales recursos. Y se ha demostrado en la práctica que la obtención de beneficios y el tener una orientación social son perfectamente compatibles.
Hay diversos productos específicos en la Banca ética. Fondos de inversión solidarios, que son aquellos que buscan el máximo beneficio mediante inversiones acordes con las creencias morales de los partícipes; préstamos solidarios y. sobre todo. Microcréditos que son préstamos a corto plazo de pequeña cuantía, destinados a financiar proyectos generadores de renta. Suelen darse a tipos bajos de interés y con plazos de devolución flexibles. Están destinados a prestatarios con bajos recursos que tendrían dificultades para conseguir financiación por las vías tradicionales.
Cuando se compara la actuación de la banca ética con la banca tradicional es necesario sacar a la luz las prácticas poco éticas de ésta última. En sus presentaciones la banca ética presume de dar garantía a sus clientes que su dinero no servirá para financiar fines especulativos o vinculados a actividades poco éticas como: narcotráfico, armamentos, tabaco, transgénicos, etc. Sin duda eso nos da señales de las prácticas de la banca tradicional.
Los Estados europeos gastaron unos 750.000 millones de euros en rescatar de la quiebra a decenas de bancos en dificultades después de la crisis del 2008. Pero no ha sido necesario gastar ni siquiera un céntimo de dinero público en rescatar a cualquiera de los 23 bancos éticos y sostenibles que hay en Europa.
Un mundo más justo y necesario debe priorizar a la Banca ética frente a la banca tradicional. Por ello, las operaciones de emisión deuda pública tendrían limitarse, o al menos priorizar a los bancos éticos. La normativa debería de privilegiar la aparición de estas empresas o la reconversión de las existentes en banca ética. Perseguir las prácticas ilegales y las poco éticas que realiza el sistema financiero internacional.
La Banca ética pretende ampliar su cuota de mercado y con la esperanza de alcanzar una mayoría hegemónica de las finanzas en el mercado financiero. Las entidades de banca ética han crecido sin cesar desde 2008, . Desde que comenzó la crisis, la banca ética ha multiplicado los ahorros captados y no deja de subir su número de clientes.
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