Andalucía enfrenta un verano de sequía severa sin un plan hídrico adecuado. Mientras la Junta subvenciona con 40 millones de euros a hoteles para la gestión del agua, la población local sufre problemas graves de abastecimiento. La falta de políticas efectivas ha exacerbado la crisis.
La sequía, una realidad insoportable
En Andalucía, el agua se ha convertido en una preocupación diaria. Cientos de hogares se enfrentan al consumo de agua turbia y escasa. Espacios naturales han desaparecido o se han reducido drásticamente. Lagos y ríos se están secando debido a la falta de lluvias y al aumento del consumo turístico.
Actualmente, los embalses en Andalucía están al 37,65% de su capacidad. La región debe abastecer a 8,4 millones de residentes y a más de 15 millones de turistas. Los turistas consumen mucha más agua que los residentes. Por ejemplo, mientras una persona local usa 127 litros diarios, un turista puede consumir hasta 750 litros.
Desigualdad en el consumo del agua
Los acuíferos andaluces están en riesgo. De los 45 acuíferos, algunos ya están en grave riesgo de desecación. La sobreexplotación de estos recursos, sin una adecuada recarga, agrava la crisis. La provincia de Almería es la más afectada, con embalses al 8% de su capacidad. Las localidades, como Roquetas de Mar, han prohibido el consumo de agua de grifo debido a su mala calidad.
En Lora del Río, Sevilla, el agua del grifo es marrón y ha sido declarada no apta para el consumo. Esta situación persiste intermitentemente desde hace cinco años. La falta de agua es evidente en la Zona Norte de Córdoba, donde más de 80.000 personas dependen de camiones cisterna para su suministro.
Políticas de agua: Más promesas que soluciones
A pesar de la crisis, la Junta de Andalucía ha optado por subvencionar a los hoteles con 40 millones de euros. Este dinero, procedente de fondos europeos Next Generation, se destinará a la mejora de sistemas de gestión de agua en el sector turístico. Mientras tanto, la Mesa Social del Agua critica esta medida, argumentando que las actividades lucrativas deben asumir sus costos y que se necesitan políticas más efectivas.
Los colectivos ecologistas denuncian que el gobierno sigue impulsando proyectos turísticos insostenibles. Proyectos como el Valle de Golf Resort en la Costa del Sol comprometen aún más los recursos hídricos de la región. Estas iniciativas se construyen sobre acuíferos y áreas de especial protección, agravando la crisis ambiental.
Sin cambios en las políticas y en el modelo de consumo, la situación solo empeorará. La región necesita urgentemente políticas efectivas para gestionar el agua y garantizar su sostenibilidad.
Fuente: El Salto Diario