Cuarenta colectivos sociales y políticos de Donostia se han unido para frenar lo que consideran un preocupante auge del racismo y el fascismo en la ciudad. En una comparecencia pública, denunciaron la escalada de «actitudes racistas, clasistas y fascistas» que han alcanzado una nueva dimensión en los últimos meses.
Según afirman, la violencia contra personas racializadas y en situación de exclusión social se ha vuelto más dura y sistemática, mientras que la criminalización de estos colectivos se ha generalizado.
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La amenaza fascista y la respuesta ciudadana
Los colectivos denuncian la creciente violencia en barrios como Martutene, donde vecinos han formado grupos para agredir a migrantes, y relatan que la policía y personal de seguridad privada están implicados en agresiones y robos arbitrarios contra inmigrantes. Asimismo, destacan la proliferación de pintadas fascistas y la circulación en redes sociales de mensajes que incitan al odio.
Ante esta situación, los colectivos subrayan la urgencia de rechazar y combatir cualquier discurso fascista y actuar contra la pobreza estructural que alimenta estos movimientos. Señalan la necesidad de organizarse de manera activa en las calles para cerrar las puertas al fascismo y defender los derechos de los más vulnerables.
Estos grupos advierten que, sin una respuesta contundente y coordinada, las actitudes retrógradas seguirán ganando terreno, y es fundamental reforzar la cultura antirrepresiva, antiracista y antifascista para construir una sociedad más justa y solidaria.
La historia es cíclica, esto siempre ocurre y genera tragedias, son movimientos que surgen y resurgen según el período social y económico en el que se encuentra. La historia debería servir como recordatorio de que no se deben repetir actos violentos que ocurrieron anteriormente, pero lamentablemente la historia se repite.
Tienes razón Vanda, desgraciadamente la historia se repite una y otra vez a causa de aquellos que intentan borrar la historia y no permite que aprendamos de ella.