
El Solidario: Santiago Abascal y Carlos Mazón.
Vox ha acudido al rescate del president Carlos Mazón, desbloqueando los presupuestos de 2025, paralizados durante cuatro meses por las tensiones internas del gobierno autonómico.
El acuerdo, anunciado este jueves tras la visita de Montse Lluis, vicesecretaria nacional de Vox, evidencia la sumisión del Partido Popular a la ultraderecha para mantenerse en el poder a cualquier precio, aunque eso suponga hipotecar el bienestar y los derechos sociales de la ciudadanía valenciana.
Lejos de ser un pacto puntual, este acuerdo confirma que las políticas de Mazón dependen de los caprichos de Vox, un partido que no ha ocultado su intención de recortar derechos, desmantelar la educación pública, negar la violencia machista y frenar las políticas de igualdad.
Así, los presupuestos de 2025 no serán unas cuentas para mejorar la vida de la gente, sino para contentar a la extrema derecha y dar continuidad a su agenda reaccionaria.
Mientras tanto, las prioridades sociales quedan relegadas. En una Comunitat Valenciana con altos índices de pobreza, listas de espera en sanidad pública y una grave crisis de vivienda, Mazón y Vox se centran en blindar sus intereses partidistas y atacar los consensos democráticos.
El «oxígeno» que Santiago Abascal ofrece a Mazón es, en realidad, un pacto tóxico que asfixia a las familias trabajadoras, a los jóvenes sin acceso a vivienda digna y a las mujeres víctimas de violencia machista, cuyo reconocimiento y atención peligra bajo este gobierno.
Este acuerdo, además, muestra la hipocresía del PP, que presume de «moderación» mientras se arrodilla ante Vox. Lo que se tramita no son solo presupuestos, sino un modelo de sociedad excluyente, donde solo unos pocos ganan y la mayoría pierde derechos y servicios esenciales.
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