La crisis energética en Cuba, agravada por los daños del huracán Óscar, ha puesto en evidencia los profundos problemas económicos y de infraestructura que enfrenta el país.
El colapso del sistema eléctrico en octubre de 2024 dejó a toda la nación sumida en la oscuridad. Las actividades de escuelas y centros de trabajo no vitales fueron suspendidas. Después de varios días, el Sistema Electronergético Nacional comienza a dar señales de recuperación.
Colapso del sistema eléctrico cubano
El 17 de octubre de 2024, el sistema eléctrico de Cuba colapsó completamente. Millones de personas quedaron sin acceso a la electricidad. El apagón no fue un evento espontáneo, sino la culminación de años de deterioro en una infraestructura obsoleta.
Según Jorge Piñón, experto en energía, el sistema eléctrico cubano es comparable a un “almendrón”, los viejos autos americanos que se mantienen funcionando en la Isla a base de parches. El país depende de plantas termoeléctricas que tienen más de 40 años; y que requieren un mantenimiento que no se ha realizado adecuadamente.
Dependencia de combustibles fósiles y falta de inversión
Uno de los factores clave de esta crisis es la dependencia de Cuba de los combustibles fósiles. Según datos de 2022, el 95% de la electricidad del país proviene de estos recursos. Casi la mitad de estos son importados; principalmente de Venezuela, México y Rusia.
Sin embargo, la ayuda de estos países ha disminuido drásticamente, agravando la situación. La falta de inversión en energías renovables y la dependencia de socios extranjeros para obtener petróleo han debilitado la capacidad de Cuba para enfrentar esta crisis.
Crisis agravada por el huracán Óscar
El paso del huracán Óscar por la zona oriental del país el pasado domingo ha agravado una situación ya de por sí compleja. Medios oficiales registran la muerte de siete personas y cuantiosos daños materiales en la provincia de Guantánamo (extremo este). El país debe ahora atender dos frentes para recuperar la tensa normalidad que antecedió a los mencionados eventos.
Los expertos coinciden en que la solución a la crisis energética cubana no será posible sin un cambio en el modelo económico. Se estima que Cuba necesitaría entre 8 y 10 mil millones de dólares para recapitalizar el sector eléctrico en la próxima década, algo inalcanzable sin una transformación radical de su economía.
Fuente: El País