Con un invierno devastador en el horizonte, el apoyo de EEUU a Ucrania se tambalea. ¿Se acerca el fin de una lucha desigual?
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Ucrania enfrenta un crudo invierno mientras sufre reveses en el frente y la OTAN plantea una posible negociación con Rusia. Las victorias rusas en el este, sumadas al debilitado respaldo militar de Estados Unidos, sitúan a Kiev en una posición crítica. En la sede de la OTAN ya no se habla de una victoria para Ucrania, sino de «evitar lo peor». La atención de Washington se ha desviado hacia Oriente Medio, dejando a Ucrania desprotegida.
La OTAN abandona la idea de una victoria ucraniana
El nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha sido claro: el camino hacia la paz pasa por fortalecer a Ucrania, pero la posibilidad de derrotar a Rusia en el campo de batalla se aleja. La alianza militar ya no subraya la importancia de vencer a Moscú, sino de encontrar una solución negociada. Mientras tanto, los ataques rusos a las infraestructuras energéticas buscan desmoralizar a la población ucraniana, que ya enfrenta apagones, falta de agua y frío extremo.
Con la suspensión de una reunión clave en la base de Ramstein, que tenía como objetivo coordinar el apoyo militar a Ucrania, el presidente Volodímir Zelenski ve cómo las promesas de ayuda se desvanecen. El conflicto en Gaza e Irán ahora ocupa las prioridades de Estados Unidos, lo que podría obligar a Kiev a negociar sin más alternativas.
Ucrania se queda sola ante la ofensiva rusa
La situación en el frente del este es alarmante. Mientras los rusos avanzan lentamente, pero sin pausa, en la región de Donetsk, las fuerzas ucranianas están agotadas. Sin el armamento prometido y con las tropas exhaustas tras casi tres años de guerra, Zelenski se enfrenta a un momento decisivo. El tiempo parece jugar en contra de Ucrania, que sigue soportando una ofensiva implacable por parte de las tropas rusas.
El aplazamiento de la reunión en Ramstein no solo afecta a las armas que Ucrania necesita con urgencia, sino que pone en duda el compromiso de Occidente. Con el horizonte de una posible guerra entre Israel e Irán, Washington podría redirigir sus esfuerzos y dejar a Kiev en una situación crítica.
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Fuente: Público