¿Por qué España condena a una familia saharaui embarazada a la deportación, pese al riesgo de represalias?
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Una familia saharaui enfrenta una deportación inminente a Marruecos tras la negativa del Ministerio del Interior español a reconsiderar su solicitud de asilo. Rbab al Tarad Yahi, de 27 años, sufrió un aborto durante su retención en el aeropuerto de Barajas, sin que se respetaran las recomendaciones médicas. Su esposo, Mohamed Ali, y su hija de un año y medio, también corren el riesgo de sufrir represalias al ser devueltos a los territorios ocupados del Sáhara Occidental.
Violaciones a los derechos humanos ignoradas por España
El caso de esta familia saharaui ha generado una ola de críticas contra la política migratoria de España. Rbab, tras perder a su bebé, fue separada de su esposo y obligada a regresar al aeropuerto sin recibir la atención adecuada. A pesar de que parte de su familia goza de asilo en Francia, las autoridades españolas han decidido deportarla, exponiéndola a la represión marroquí en el Sáhara Occidental.
La represión en los territorios ocupados ha sido documentada por organizaciones como Amnistía Internacional, que denuncian las constantes violaciones a los derechos humanos cometidas por Marruecos contra los saharauis. «La ocupación marroquí crea condiciones inhumanas para forzar la emigración», denuncia Ali Salem Tamek, activista saharaui. Sin embargo, España sigue adelante con estas deportaciones, haciendo caso omiso de los riesgos que enfrenta la familia.
El peligro de la represión y la deportación forzada
No es la primera vez que España rechaza solicitudes de asilo saharauis. Mohamed Bachir, otro joven saharaui deportado recientemente, también enfrentaba el riesgo de represión en Marruecos, algo que España ignoró repetidamente. En ambos casos, el Defensor del Pueblo recomendó que se evitara el uso de traductores marroquíes, debido al conflicto político entre Marruecos y el Sáhara Occidental, pero esta recomendación fue desoída.
La situación del Sáhara Occidental se ha vuelto más peligrosa desde 2020, cuando el Frente Polisario rompió el alto al fuego. Desde entonces, la represión contra la disidencia saharaui se ha intensificado. España, al rechazar el asilo a esta familia, se convierte en cómplice de la violencia que podrían sufrir al regresar a Marruecos.
La lucha por los derechos humanos no puede ser ignorada. ¿Qué opinas sobre la decisión de España de deportar a esta familia? Deja tu comentario y comparte tu opinión para dar voz a los silenciados.
Fuente: El Independiente