El racismo no es solo un sentimiento, sino un sistema despiadado de explotación y exclusión que perpetúa las desigualdades en favor del capitalismo.
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Discriminación institucional, una trampa mortal para los migrantes
El racismo estructural es un mecanismo despiadado de explotación que perpetúa la desigualdad y enriquece al capitalismo. Los migrantes, vistos como “restos desechables”, son esenciales para este sistema, que los traslada para luego negarlos y excluirlos. Desde su llegada, enfrentan políticas que los marginan y les niegan la igualdad de derechos, creando una sociedad dividida por el origen y la pobreza.
Este sistema opera a través de políticas discriminatorias que penalizan tanto a migrantes legales como a los que no lo son. Los derechos de asilo y refugio se vuelven ilusorios, mientras que los migrantes son relegados a ser “ciudadanos de segunda”, siempre al borde de la expulsión. Esta precariedad los somete a la explotación laboral, donde dependen de contratos que condicionan su permanencia y su dignidad.
Hipocresía política, la deshumanización de niños migrantes
La crueldad se hace aún más evidente cuando los responsables públicos se niegan a acoger a niños migrantes. Mientras rebajan impuestos a los más ricos, estos líderes estigmatizan y criminalizan a menores desvalidos para justificar su exclusión. Según Infolibre, este desprecio por los más vulnerables revela la hipocresía de un sistema que degrada a quienes deberían ser protegidos.
El racismo estructural se convierte en un arma del poder para mantener una jerarquía social que oprime a los pobres y enriquece a unos pocos. No hay una amenaza real proveniente de la inmigración, sino una explotación económica que se sostiene a través del miedo. Los derechos fundamentales como vivienda, educación y sanidad son restringidos, asegurando que el sistema de exclusión funcione sin interrupciones.
Combatir el racismo institucional requiere una respuesta estructural que extienda los derechos de ciudadanía a todos. “El odio se combate con más derechos, revirtiendo la discriminación”, afirma la fuente. Es crucial actuar ahora para garantizar una democracia que respete la dignidad humana.
¿Te has enfrentado al racismo estructural? Comparte tu experiencia y participa en el debate.
Fuente: Infolibre