Un estudio revela que el 38% de los jóvenes en España ha sufrido violencia sexual facilitada por drogas en fiestas. La mayoría de agresiones proviene del propio círculo de amigos.
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Las mujeres, tres veces más vulnerables a la violencia sexual en fiestas
El 38% de los jóvenes ha sufrido violencia sexual en fiestas debido al consumo de alcohol o drogas, según un estudio reciente. Este estudio, realizado por el grupo de investigación Cinquifor de la Universidad de Alcalá de Henares, incluye a 1.600 jóvenes.
Las mujeres tienen un riesgo tres veces mayor que los hombres de sufrir esta violencia. La cifra revela que una de cada dos mujeres jóvenes (48,4%) ha sido víctima de esta forma de violencia sexual. En comparación, uno de cada cuatro hombres (27%) ha vivido una experiencia similar.
La mayoría de agresiones provienen del círculo de amigos
La mayoría de estas agresiones proviene del círculo de amigos de la víctima. Según Pablo Prego, investigador principal, «predominan aquellas agresiones perpetradas por personas pertenecientes al círculo íntimo de la víctima». Es fundamental aumentar la sensibilización sobre la conducta oportunista de quienes se aprovechan de la vulnerabilidad sexual potenciada por el consumo de sustancias.
«Estamos ante un grave problema de salud pública que requiere acción urgente», afirma Pablo Prego.
El alcohol es la sustancia más común en estos casos
El estudio destaca que el 79% de las víctimas se encontraba bajo los efectos del alcohol en el momento de la agresión. La segunda sustancia más común fue el cannabis, presente en el 8,9% de las agresiones a mujeres y el 15,7% en hombres. Las llamadas «drogas de la violación» como la escopolamina y el GHB, aunque mediáticas, están involucradas en menos del 5% de los casos.
El problema es complejo y multifacético. La alta prevalencia de este tipo de violencia contrasta con la visión simplificada que a menudo se tiene. «Estamos ante un grave problema de salud pública que requiere acción urgente», afirma Prego.
Si la agresión ocurre en un local de ocio, se recomienda acudir a los responsables del lugar y buscar ayuda inmediata del grupo de amigos. Es crucial dirigirse a un centro hospitalario, la policía o un centro de atención a la violencia de género sin lavarse ni cambiarse de ropa para facilitar la recolección de pruebas.
Esta situación nos llama a reflexionar y actuar. ¿Qué podemos hacer para proteger a nuestros jóvenes? Comparte tu opinión en los comentarios y únete a la conversación.