Fatima Makhoukh 
Archivo/ELSOLIDARIO. La crisi humanitaria en África.
Más de 40 millones de personas en África Occidental y Central enfrentan una inseguridad alimentaria aguda, una cifra que podría ascender a 52,7 millones para mediados de 2025, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas. Esta alarmante situación se atribuye a una combinación de conflictos armados, desplazamientos masivos, crisis económicas y fenómenos climáticos extremos.
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Factores que agravan la crisis
Los conflictos prolongados en países como Nigeria, Camerún y Chad han forzado a más de 10 millones de personas a abandonar sus hogares, perdiendo acceso a tierras de cultivo y medios de subsistencia. Además, las inundaciones devastadoras de 2024 afectaron a seis millones de personas, destruyendo cultivos y agravando la inseguridad alimentaria en la región.
La inestabilidad económica, exacerbada por crisis de deuda y políticas nacionalistas, ha limitado la capacidad de los gobiernos para responder eficazmente a estas emergencias. Esta combinación de factores ha llevado a un aumento del 70% en el número de personas que enfrentan niveles de hambre de emergencia en comparación con el año anterior.
La agencia de la ONU advirtió que requiere con urgencia 620 millones de dólares (aproximadamente 570 millones de euros) para seguir brindando asistencia a las personas afectadas por la crisis en el Sahel y Nigeria durante los próximos seis meses.
Impacto en la nutrición infantil
La crisis alimentaria también afecta gravemente a la población infantil. Se estima que 16,3 millones de niños sufrirán desnutrición aguda en 2024, de los cuales cinco millones padecerán la forma más severa. La falta de acceso a alimentos nutritivos y servicios de salud adecuados pone en riesgo el desarrollo y la supervivencia de una generación entera.
Llamado urgente a la acción
Margot van der Velden, directora regional del PMA para África Occidental, enfatiza la necesidad de un cambio fundamental en el enfoque para abordar esta crisis. Se requiere financiación oportuna, flexible y previsible para proporcionar asistencia vital y fortalecer la resiliencia de las comunidades afectadas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) también destaca la importancia de facilitar el acceso de los pequeños agricultores a fertilizantes producidos localmente para impulsar la producción de alimentos sostenibles y nutritivos.
La inacción internacional y sus consecuencias
A pesar de las crecientes necesidades, la financiación para emergencias humanitarias se ha estancado. La falta de voluntad política y la inacción de la comunidad internacional impiden atender eficazmente estas crisis, exacerbando la vulnerabilidad de millones de personas.
La situación en África Occidental y Central es crítica y requiere una respuesta inmediata y coordinada de la comunidad internacional. La falta de acción no solo perpetuará el sufrimiento de millones, sino que también tendrá consecuencias a largo plazo para la estabilidad y el desarrollo de la región.
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