
ICOM/ EL SOLIDARIO
La Biosphère de Montreal sirve como ejemplo de cómo los museos pueden liderar la transición ecológica. A través de iniciativas innovadoras y participativas, este museo ambiental ha demostrado que es posible inspirar y movilizar a la ciudadanía hacia un futuro sostenible.
Desde su inauguración en 1995, la Biosphère de Montreal ha sido un espacio dedicado a explorar los vínculos entre la sociedad y el medio ambiente. Ubicada en el corazón del Parc Jean-Drapeau, esta estructura icónica, diseñada originalmente por Buckminster Fuller para la Expo 67, ha evolucionado para convertirse en un centro educativo comprometido con la sensibilización y la acción ciudadana frente a los desafíos ambientales.
Una de las iniciativas más destacadas de la Biosphère fue la exposición interactiva «Rêvez la Biosphère!» (¡Sueña la Biosphère!), lanzada en agosto de 2021. Esta muestra, que se extendió hasta abril de 2023, invitó a más de 10,000 participantes a compartir sus preocupaciones e ideas sobre cómo los museos pueden contribuir a la transición socioecológica. La consulta se estructuró en torno a tres pilares fundamentales: ciencia, arte y compromiso ciudadano, buscando no solo informar, sino también empoderar al público para actuar en favor del medio ambiente.
Los resultados de esta consulta revelaron un interés creciente en temas como la alimentación sostenible, la gestión del agua, el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos. Además, se destacaron preocupaciones específicas según los distintos grupos de edad; por ejemplo, los jóvenes mostraron un marcado interés en la intersección entre la desigualdad social y el cambio climático, mientras que los mayores de 65 años enfatizaron la importancia del conocimiento indígena y su relación con la salud humana.
A partir de estos hallazgos, la Biosphère ha adaptado su programación para abordar temas emergentes como los desplazados climáticos, la pérdida de biodiversidad y la ciencia de las emociones ambientales, siempre desde una perspectiva constructiva y orientada a soluciones. Este enfoque refleja el compromiso del museo con la educación ambiental inclusiva y ecorresponsable, utilizando materiales reciclados y promoviendo una escenografía accesible para todos los visitantes.
La experiencia de la Biosphère de Montreal subraya el papel esencial de los museos como espacios de diálogo, reflexión y acción en la lucha contra el cambio climático. Al involucrar activamente a la comunidad y adaptar sus contenidos a las preocupaciones reales del público, la Biosphère demuestra que es posible transformar la conciencia ambiental en acciones concretas y colectivas.

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