La política migratoria de España enfrenta un desafío crucial: la llegada de menores migrantes en busca de un futuro mejor. Lejos de ser un problema, este fenómeno representa una oportunidad para que nuestro país demuestre su compromiso con los valores de la solidaridad y la dignidad.
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Es momento de abandonar los mensajes xenófobos y enfocarnos en las soluciones que permitan acoger a estos jóvenes con respeto y brindarles las herramientas para alcanzar su pleno potencial.
Cifras positivas sobre empleo de menores migrantes
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha resaltado datos contundentes que desmienten los “bulos” y la “desinformación” que a menudo rodean este tema.
Según sus cifras, al cierre del 2023, el 60% de los menores migrantes solos o extutelados con autorización de trabajar estaban dados de alta en la Seguridad Social. Esto evidencia que, lejos de suponer una carga, estos jóvenes se han integrado activamente en el mercado laboral, aportando su talento y esfuerzo al crecimiento de nuestra economía.
La política migratoria del Gobierno, tal como lo ha señalado la ministra Saiz, se caracteriza por su eficacia y ambición, pivotando en torno a los derechos humanos y con la acción coordinada de diversos ministerios.
Sin embargo, queda aún un importante trabajo por hacer en los países de origen, así como en la lucha contra las mafias y la explotación de las personas migrantes. En este sentido, la reforma del reglamento de la Ley de Extranjería se erige como una herramienta clave.
Según Saiz, esta reforma se aprobará “muy pronto, prontísimo”, y abrirá puertas anteriormente cerradas a los migrantes, enfocándose en la formación y el empleo como elementos fundamentales para su integración.
Lejos de “quitar recursos”, los migrantes son un activo para nuestro país, aportando su talento y esfuerzo al mercado laboral. Solidaridad y empatía deben ser los pilares de nuestra acción para afrontar el desafío migratorio de los niñas y niños que llegan a Canarias.
En conclusión, la llegada de menores migrantes a España es una oportunidad para que nuestro país reafirme su compromiso con los derechos humanos, la solidaridad y la integración.