La violencia de género es un problema profundamente complejo que afecta a millones de mujeres en todo el mundo. En España, en solo las últimas 48 horas, cinco mujeres han perdido la vida a manos de sus parejas o exparejas. Estas trágicas noticias nos llevan a reflexionar sobre un tema crucial: ¿Por qué muchas mujeres permanecen en relaciones abusivas, incluso cuando las señales de alerta suelen presentarse mucho antes de que ocurran actos tan devastadores?
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Según el Instituto Nacional de Estadística, el número de mujeres víctimas de violencia de género aumentó un 12,1% en el año 2023, hasta 36.582. La tasa de mujeres víctimas de violencia de género fue de 1,7 por cada 1.000 mujeres de 14 y más años.
Ese fin de semana en Alicante, un hombre presuntamente asesinó a su esposa y luego se quitó la vida. En este caso, no había denuncias previas por malos tratos ni constancia en el sistema VioGén. ¿Por qué, entonces, muchas mujeres sufren en silencio y no denuncian a sus agresores?
Existen diversos motivos por las que las mujeres toleran la violencia en sus relaciones. Antes de emitir juicios, es fundamental reconocer que este fenómeno, complejo y multifacético, requiere una comprensión profunda de las dinámicas que lo sustentan. A continuación, exploraremos algunas de estas razones:
1. Factores socioculturales
Las normas y valores culturales en muchas sociedades normalizan la violencia y perpetúan la desigualdad de género. Las mujeres pueden sentir presión para tolerar abusos debido al miedo al estigma social o a la pérdida de apoyo familiar.
2. Dependencia económica
La dependencia financiera es un factor crítico. Muchas mujeres carecen de recursos económicos y se sienten atrapadas en relaciones abusivas, especialmente cuando sus parejas controlan las finanzas.
3. Falta de apoyo y recursos
La escasez de acceso a refugios, asesoramiento y servicios legales limita las opciones de las mujeres. El miedo a no ser creídas, incluso por la policia, o a ser culpabilizadas puede llevarlas a permanecer en silencio.
4. Miedo y amenazas
El miedo a represalias, tanto hacia ellas como hacia sus hijos, a menudo actúa como un poderoso disuasivo. Las amenazas de violencia pueden hacer que las mujeres sientan que no tienen salida.
5. Normalización de la violencia
La exposición constante a la violencia en la familia o en la comunidad puede llevar a una aceptación de estos comportamientos como parte de la vida cotidiana, dificultando la identificación de la violencia como un problema que debe ser abordado.
El instinto básico de un ser humano es evitar situaciones de riesgo, por lo que si estas mujeres permanecen en esas circunstancias, es porque hay factores que les impiden salir. Antes de juzgar a las mujeres que se encuentran en situaciones de violencia, es fundamental adoptar una perspectiva empática y comprensiva. Reconocer estas complejidades nos ayuda a entender la realidad que enfrentan y a ofrecer el apoyo necesario para su liberación.
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