El cambio climático avanza con consecuencias devastadoras, mientras la apatía global parece dominar la respuesta. Según la NASA, los efectos del calentamiento global ya son irreversibles en la escala de tiempo actual y empeorarán en las próximas décadas. Los glaciares retroceden, los niveles del mar aumentan y las olas de calor son más intensas. Además, la Organización Meteorológica Mundial estima un 80% de probabilidad de que la temperatura global supere temporalmente los 1,5 °C en los próximos cinco años, un umbral crítico para evitar daños catastróficos.
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China, principal emisor mundial de dióxido de carbono (28% de las emisiones globales), sigue dependiendo del carbón a pesar de impulsar energías renovables. Estados Unidos, responsable del 15%, enfrenta obstáculos políticos para aplicar medidas más estrictas. India, con el 7%, combina avances en energía solar con el impacto de su rápido crecimiento industrial y poblacional. La Unión Europea (9%) lidera esfuerzos hacia la neutralidad climática para 2050, mientras que Brasil, aunque menos contaminante, agrava la crisis con la deforestación de la Amazonía.
Medidas urgentes para combatir el cambio climático
Frente a este panorama, es urgente reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, proteger los bosques y fomentar energías limpias como la solar y la eólica. Las soluciones también pasan por mejorar la eficiencia energética y concienciar a la población sobre la magnitud del desafío.
El cambio climático no solo amenaza al planeta, sino a nuestra propia supervivencia. La educación y la acción inmediata son esenciales para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París y evitar consecuencias irreparables. Como advirtió Ko Barrett de la OMM: “Estamos muy lejos de los objetivos climáticos”. Es tiempo de actuar con determinación por un futuro sostenible.
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