En un trágico episodio de violencia desmedida, 71 palestinos han perdido la vida y otros 289 resultaron gravemente heridos tras un ataque aéreo israelí en la zona humanitaria de Al Mawasi. Este incidente, ocurrido este sábado 13 de julio, ha generado una profunda indignación internacional y ha puesto nuevamente en el foco las graves violaciones a los derechos humanos en esta convulsiva región.
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Al Mawasi, una densamente poblada “zona humanitaria”, se ha convertido en refugio para miles de personas que huyen de la ofensiva israelí. A pesar de las denuncias de organizaciones y organismos internacionales sobre las malas condiciones sanitarias y humanitarias del campo, el ejército israelí ha insistido en calificarla como “segura” y “humanitaria” y ha ordenado en varias ocasiones el traslado de la población gazatí hacia esta área.
Israel, nuevamente, justifica la masacre
El ataque estaba dirigido específicamente contra uno de los máximos líderes de Hamás, Mohammed Deif, comandante de las Brigadas al Qasam. Israel le responsabiliza de planear y ejecutar numerosos ataques terroristas, incluyendo el atentado del pasado 7 de octubre.
Sin embargo, la milicia islamista niega que el objetivo fuera líderes del grupo y acusa al gobierno israelí de encubrir la escala de la horrible masacre.
El hospital Nasser, cercano a la zona del incidente y uno de los pocos que continúa en funcionamiento en el enclave palestino, está abrumado. El personal sanitario denuncia que no pueden brindar asistencia adecuada debido al gran número de víctimas y la grave escasez de suministros médicos impuesta por el bloqueo israelí. La urgencia de la situación exige una respuesta internacional contundente en defensa de los derechos humanos y la paz en la región.